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Capítulo 40 : Jiang Cheng está saliendo con un adulto con mentalidad de un niño

A pesar de que tanto Lan Wangji como Jiang Cheng habían sido amigos durante mucho tiempo, en realidad no habían interactuado entre ellos como pareja. Por lo tanto, fue solo después de comprobar su relación que descubrieron todo tipo de problemas. Por ejemplo, Jiang Cheng descubrió que Lan Wangji es extremadamente controlador.

Jiang Cheng tiene un hábito: cuando entra a un restaurante con otras personas, tiende a ser el primero en abrir la puerta, de modo que puede mantener la puerta abierta para las personas que ingresan al restaurante.

Cuando Jiang Cheng tuvo citas con Lan Wangji, ayudó al hombre a mantener la puerta abierta varias veces. Esto hizo que Lan Wangji se sintiera bastante infeliz, "¡Deberías dejarme manejar este tipo de cosas, soy el mayor aquí!"

Muy bien, manejalo.

Como Jiang Cheng tiene un sentido del tiempo muy agudo, siempre llegaba veinte minutos antes de la hora programada para todas sus citas.

Lan Wangji se volvió infeliz una vez más, "Siempre puedes llegar un poco más tarde, no me importa esperarte".

Muy bien, Jiang Cheng supuso que tendría que perder el tiempo en casa y perder el tiempo antes de llegar exactamente diez minutos más tarde de la hora programada.

Cuando salían en citas, Lan Wangji siempre pagaba todos sus gastos. Como Jiang Cheng se sentía mal por él, siempre se había ofrecido a pagar su propia parte. Sin embargo, Lan Wangji siempre se negó a dejarle pagar. Una vez, Jiang Cheng aprovechó la oportunidad para pagar la cuenta cuando Lan Wangji fue al baño. Cuando regresó a la mesa, estaba tan enojado que su rostro casi se puso verde.

Jiang Cheng compró dos botellas de agua mineral y estaba a punto de abrirlas cuando notó el ligero surco entre las cejas de Lan Wangji. Sin pensarlo dos veces, Jiang Cheng inmediatamente comenzó a fingir que estaba extremadamente débil y se quejó: "No puedo abrirlo".

Lan Wangji inmediatamente le quitó las botellas y las abrió sin mucho esfuerzo. Lan Wangji puso las pajitas en las botellas antes de devolvérselas a Jiang Cheng, y convenientemente le dio unas palmaditas en la cabeza. Lan Wangji parecía estar de muy buen humor.

A veces, puede ser muy, muy infantil.