Min YoonGi lo amaba con todo su corazón y aquel amor lo tenía cegado. Park Jimin también pero sus planes eran otros: terminar con todos sus sufrimientos.
Porque puedes esconder la realidad con un mundo de fantasía, pero nunca lograras escapar de el...
"Puedes esconder la realidad con un mundo de fantasía, pero nunca lograrás escapar de ella".
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Dentro de la habitación de un consultorio se encontraba Jimin recostado sobre un sofá de caoba blanco, mientras que a su lado se encontraba él psicólogo que lo había estado atendiendo durante cinco meses.
—Cuénteme joven Park. ¿Cómo se ha sentido todos estos meses? ¿Cree que ha mejorado o ha empeorado? —preguntó, mirando con atención cada uno de los movimientos de Jimin.
Jimin se acomodó boca abajo, apoyando ambos codos en el acolchado sofá y volteando su cabeza para poder mirarlo.
—Si le dijera que todo ha mejorado le estuviera mintiendo, pero como no es así le diré la verdad—sonrió, reflejando en sus ojos completa oscuridad—. Cada uno de mis actos son cada vez más impulsivos y mi personalidad va cambiando rápidamente.
—¿Y qué piensa hacer al respecto? —comenzó a escribir en la pequeña libreta que sostenía entre sus manos, manteniendo una postura firme ante la mirada amenazante de Jimin.
—No lo sé doctor, se supone que aquí el psicólogo es usted, créame que si tuviera la respuesta le respondería, ¿no lo cree así, doctor? —dijo alzando una de sus cejas, y con un tono de voz mucho más divertido que de costumbre.
Hyun-Bin se quedó en silencio, acomodando incómodamente sus lentes y buscando una respuesta adecuada para contestarle a su paciente: aunque en todos estos meses se había dado cuenta de que con Jimin jamás podría tener una conversación normal.
Y eso lo estaba cansando, ya que Jimin nunca se tomaba las terapias en serio, por lo que tenía que ponerle un alto ya.
—Le respondería ya mismo joven Park, pero le recuerdo que él de las preguntas aquí soy yo, así que necesito de su cooperación de ahora en adelante. —se levantó de su asiento, comenzando a caminar hacía su escritorio—. Pero si no quiere cooperar no lo puedo obligar, ya que solo está en usted si quiere recuperarse.
Jimin al escuchar aquello soltó una carcajada irónica, y sin pensarlo más se acercó a él para quedar cara a cara.
—¿Cómo quiere que coopere si usted no se toma su trabajo en serio? Recuerde que un psicólogo también debe de ayudar a su paciente, no depende solo del paciente, sus preguntas son igual de estúpidas al igual que usted. —susurró enojado, agarrándolo por los hombros y mirando la pequeña navaja que se encontraba a su lado.
Y la tomó, la tomó con una de sus manos, poniéndola en su cuello en forma de amenaza, sin temor y sin pensarlo.
Hyun-Bin se puso nervioso al instante, tratando de alejarlo mientras que Jimin sonreía satisfactoriamente.
—Le diré a YoonGi sobre tu comportamiento. —amenazó, pero Jimin en vez de asustarse respondió.
—Puede decirle lo que usted quiera, pero él no le creara. —lo soltó bruscamente, dejando caer la navaja al suelo.
