CAPITULO 38

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LAUREN PV

-¡OH DIOS MÍO!-. Escuché a alguien gritar. Rápidamente dejé de mezclar la masa para panqueques y salí corriendo hacia donde provenía el grito. Vi que la puerta del invernadero se abría ligeramente, así que entré.

-Mamá, ¿qué pasa?-. Pregunté una vez que la vi llorar en el pequeño banco. Me senté junto a ella.

-Mis flores-. Ella sollozó. Miré a mi alrededor y no vi nada malo con las rosas y otras plantas   -Mis girasoles están destruidos-. Mis ojos se agrandaron en el momento en que esas palabras salieron de su boca. Lentamente volví la cabeza y vi los tallos de lo que solían ser sus girasoles, pero ahora son solo tallos secos. ¿Debería decírselo? No, no puedo. Ella se enojaría mucho si supiera que se los corté y se los di a Camila, así que decidí no darme cuenta. Envolví un brazo alrededor de sus hombros y la atraje para un abrazo.

-Tal vez un pájaro entró aquí y se los comió-. Dije lo primero que me vino a la mente.

-Un pájaro no puede entrar aquí porque no podría abrir la puerta-. Ella dijo  -Quizás simplemente murieron porque no puedo cuidar las plantas-. No pude encontrar una excusa diferente, así que simplemente la seguí.

-Sí, tal vez eso sea todo. Quiero decir que te has ido mucho, eso significa que no puedes regarlos y probablemente por eso murieron-. Me encogí de hombros. Más lágrimas corrieron por sus mejillas.

-Supongo que no estoy destinada a cuidar las plantas-.

-Sí, supongo que no ... bueno de todos modos, estoy preparando el desayuno, así que si me disculpas... -. Me levanté y me volví hacia la puerta. Honestamente, me siento muy culpable por hacerle creer a mi mamá que ni siquiera podía cuidar de una planta, pero era que ella creyera eso o que me metiera en problemas. No estoy de acuerdo con que me meta en problemas, así que fui con el primero.

-Hola bebé-. Me di la vuelta y vi a Camila parada en la puerta de la cocina. Le sonreí hasta que me di cuenta de lo que tenía en las manos.

-¿Por qué estás sosteniendo esas flores?-. Señalé los viejos girasoles que tenía en las manos.

-Oh, bueno, ahora están todas secas, así que las iba a tirar-. Dijo mientras se dirigía a la puerta trasera. Inmediatamente la detuve.

-¡No! No puedes-.

-¿Por qué no?-. Ella cuestionó.

-Porque esas eran del invernadero de mi mamá-. Ella me dio una expresión confusa   -Los corté y ella está ahí llorando porque le dije que simplemente murieron porque no puede cuidar las plantas-.

-¡¿Cortaste estos del invernadero de tu mamá?!-. Ella me susurró-gritó. Asentí con la cabeza   -¿Estás bromeando?-.

-No. Por eso no puedo dejar que te vea tirar esos. No quiero que se entere de que los corté-.

-Bueno, ¿por qué no? Creo que deberías decirle la verdad en lugar de hacerle creer que ni siquiera puede cuidar las plantas-. Ella puso sus manos en sus caderas.

-Si le digo, me meteré en problemas-. Escuché una puerta cerrarse, así que miré por la puerta trasera y vi a mi mamá cerrando la puerta del invernadero.

-¿Por qué debería importarme si te metes en problemas?-. Ella se cruzó de brazos. Es cierto, ella realmente no se molestaría si yo me metiera en problemas. Aunque, una cosa me vino a la mente.

-Si me castigan, no podemos salir en citas-. Dije con una sonrisa  -Ahora puedes quedarte aquí y explicarle a mi mamá lo que realmente pasó con sus flores y no iremos a ninguna cita por un tiempo o puedes llevarlas a la habitación antes de que mi mamá entre por esa puerta-. Señalé la puerta detrás de mí. Mi mamá se dirigía hacia nosotras.

Why did it have to be you? (TRADUCCION)CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora