Kim Byeong Kwan
Había tenido planeado visitar ese café desde hace un tiempo.No fue hasta que hice un espacio en mi horario y al tomarme la tarde libre de mi trabajo que pude tomar el metro Samsung para llegar hasta ahí. El café es uno de esos con temática mística, fue una de las pocas pistas que logré conseguir después de que él...
Después de que él se fuera.
Miro hacia dentro del café, por entre el ventanal de vidrio que tiene un logo limpio y elegante dibujado como marca de agua. Veo mi propio reflejo al mismo tiempo, con la sombrilla cubriendome de la lluvia y mi abrigo salpicado por la parte de abajo, mi cabello necesito urgente que lo lleve a tintorar de nuevo pero no he tenido ánimo para eso.
Suspiro ignorando mi reflejo y decidiendo entrar, sacudiendome el agua en la alfombra y dejando la sombrilla gotear en el depósito al lado de la puerta. Una campanita suena y anuncia mi llegada.
Para ser un día lluvioso, el café no tiene clientes.
Es elegante, tiene la barra y un rótulo que anuncia lectura de cartas y té gratis.
"Buenas tardes" Dice el muchacho detrás de la barra mientras limpia unas tazas "¿Que puedo servirte?"
"Un americano, por favor" Pido sacando de mi bolso la billetera para pagar en efectivo en lo que él prepara mi orden, mis ojos vuelven a ver hacia el rótulo de lectura de tarot gratis.
Miro a mi alrededor, buscando alguna otra cosa que me dé una señal, alguna otra pista para encontrarlo. No es casualidad, se que aquí tiene que haber algo que me ayude.
"¿Buscas a alguien?" Pregunta de pronto el muchacho tras la barra. Mi corazón late asustado.
"¿Como lo sabe?" Devuelvo la pregunta.
"Estas mirando a todos lados como si lo hicieras ¿Te vas a encontrar con alguien?" Lanza una nueva pregunta mientras pone la tapa al vaso de mi americano y lo pone sobre la mesa.
"No, no voy a encontrarme con nadie" Respondo con cierto pesar, volviendo a ver el rótulo de la lectura gratis de tarot mientras me cobra la cuenta.
"Ya veo, aquí esta tu cambio, disfruta tu café"
"Eso..." Digo señalando el rótulo antes de regresar mi mirada al café y al cambio "¿Lectura de Tarot?"
"Oum!" Afirma asintiendo "Somos un café místico, ofrecemos lectura de cartas gratis para nuestros clientes"
El muchacho me mira, sonriendo despacio y de una forma que me da miedo para ser sinceros. Ladea su rostro como si me estuviese evaluando y entonces dice "¿Quieres una lectura? No hay más clientes, puedo leer tu futuro mientras tomas tu café"
Yo sostengo mi americano guardandome el cambio y luciendo desconfiado. Si vamos a ser honestos yo no suelo creer en cosas como la lecturas de carta, un café místico es el último lugar donde vendría para tomar un americano, pero desde que él desapareció mis creencias han cambiado un poco.
"¿Cómo se que no es charlatanería?" Pregunto con cierta desconfianza mientras el saca de algún lado detrás de la barra una caja negra.
"Puedes comprobarlo por ti mismo luego" Responde caminando por la salida de la barra para venir hasta mi e indicarme sentarnos. Unos segundos después estamos en una mesa, cara a cara, las cartas extendidas sobre la superficie, la caja en un lado y mi americano en el otro.
"Escoge tres cartas"
No quiero pensarlo mucho pero lo estoy pensando bastante. Esto podría ayudarme a encontrarlo o al menos a tener una idea de donde más buscarlo. Me estoy tomando mi tiempo pero el muchacho parece paciente y espera hasta que mis dedos se mueven indecisos.
Deslizo dos hacia abajo, escogiendolas.
Dudo mucho en la última pero al final solo deslizó una más y ya.
Fue más estresante de lo que pensé.
Elevo mi vista hacia él y me encuentro con una mirada seria, inmediatamente pienso que hice algo mal o me tarde demasiado.
"¿Qué?" Pregunto, parpadeando asustado.
Él parece tomar aire antes de decir "Tú, definitivamente estas buscando a alguien y no a cualquier alguien, estas buscando a alguien peligroso. Vas a perder tu alma si sigues por ese camino"
Mi mente se pone en negativa, se siente como si estoy siendo regañado. Estoy sorprendido de que aun no lea mi cartas y ya haya adivinado eso.
"No voy a leer tus cartas. Olvida a ese alguien y no busques a ningún otro adivino para esto, nunca" Dice como sentencia final. Mi vida otra vez, se siente como un acantilado en derrumbe inminente.