Abecedario B. [1]

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Ya era de noche y Sherwin estaba terminando su tarea de química mientras el enérgico órgano parlante jugaba como si fuese un niño pequeño

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Ya era de noche y Sherwin estaba terminando su tarea de química mientras el enérgico órgano parlante jugaba como si fuese un niño pequeño.

Un niño molesto, pero adorable.

Esto ya era normal en ellos, luego de los sucesos amorosos de Sherwin y Jonathan el pequeño se quedó con su portador y la vida de ambos chicos cambio. La secreta relación que ni tan secreta es, resultó ser adorable y pura para cualquiera, desde sus sonrojos por tomarse de las manos e incluso esas miradas llenas de amor hacía el otro.

Un cuento de hadas mejor que los de Disney.

"Oh te amooo tantooooo tomatito".– Sherly, el corazón, jugaba con un pequeño muñequito azul en sus manitas hacia otro de color rojizo–"Oh Jhony yo también te amoooo"–decía intentando imitar la voz de la pareja, resultando ser demasiado aguda a la reales.

Al travieso le gustaba jugar y a su vez molestar un poco a su portador, dos pájaros de un tiro.

"¡Oh Jhony bésame!"– en ese momento Sherwin que lo escuchaba desde su escritorio ya estaba rojo obligándole a dejar de lado sus deberes– "¡Te voy a dar taaaaaaaantos besos!" Muack muack– juntaba y separaba una y otra vez esos muñecos, hubiera continuado si no fuese por el de pecas que le quita sus juguetes mientras moría de vergüenza por las malvadas bromas de ese adorable órgano flotante.

– ¡Ya no sigas Sherly!.– exclama guardando los juguetes en el closet.

Irónico.

¿Por qué?.– pregunta con una inocente carita que parece broma.

– Si estás aburrido puedes jugar con mi celular, pero no juegues con mis emociones.

Soy un corazón no lo puedo evitar. se excusó con una expresión neutra.– Además yo se la verdad.

– ¿La verdad de qué?.

...De que también quieres besos. huyó al saber que Sherwin se molestaría.

Y así fue, el pelirrojo sin pensarlo intentó golpearlo con su almohada mientras sus mejillas volvían a calentarse.

– ¡No es verdad!.

¡Sí lo es!.–Sherly era cruel pero era la única forma de hacer a Sherwin hablar y admitir lo que siente en realidad– ¡Es tu novio es normal!.

– ¡D-De igual forma!.

¡Sí quieres!, ¡Sí quieres!.– daba tantas vueltas en el lugar que ya en cualquier momento saldría expulsado de la ventana.

Un pequeño y malévolo meteorito.

Dejo de moverse al no tener respuesta, sé percató de que su portador no dejaba de abrazar su almohada y cubriendo intencionalmente su rostro

Abecedario In A HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora