seis ✨

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San abrio los ojos debido a la alarma que sonaba como si no hubiera un mañana, cubrio sus oídos con la almohada y cerro los ojos. Soltó un gruñido aún con los ojos cerrados y golpeo el despertador para así apagarlo.


Abrio sus párpados lentamente para que sus ojos se adaptaran a la luz y quizo maldecir cuando noto un extraño dolor en su espalda. Un pequeño grito escapo de sus labios cuando aquel dolor se hizo mas fuerte y se puso de pie con algo de torpeza, despues de todo acababa de despertarse. Camino hacía el espejo de cuerpo completo y se quito la camisa que llegaba hasta mas abajo de sus muslos.

Cuando se volteo y giro su cabeza para poder ver su espalda, no pudo contener el jadeo de sorpresa que salio de sus labios cuando vio dos cicatrices grandes, de forma lineal a lo largo de su espalda. Ninguna sangraba, pero le dolía como si le estuvieran arrancando pedazos de piel en aquella zona.

No tenia idea de como se había hecho esas cicatrices, quizá había tenido un accidenté y no lo recordaba, esa era la unica explicación lógica que tenia en esos momentos.

Nego con la cabeza y tomo la ropa que estaba en un sillón al lado del espejo. Tenia la manía de buscar la ropa que usaría para el instituto la noche anterior, para después no tener que buscarla en la mañana y ahorrarse tiempo. Camino hacia su armario, busco un toallón y lo tomo, seguido de eso se dirigió hacía el baño y cerro la puerta detras de él.

Él no lo sabía, pero sentando en su cama se encontraba un chico de cabello rubio, observándolo con cierta pena.

Esos malditos ángeles lo habían lastimado y no felices con eso, tambien le habían borrado todos los recuerdos que San tenía sobre la cuidad de plata, de Lucifer y de los demonios. Y sí él estaba ahí era porque consideraba a San su amigo, y tambien para hacerle un favor a Lucifer.

Yeosang se levanto de la cama del menor y fue hacia donde estaba la chaqueta que Choi habia utilizado la noche anterior, metio su mano en el bolsillo derecho y sonrio cuándo lo encontro, de uno de los bolsillos de su pantalón saco el anillo que Seonghwa le había dado y lo coloco junto con el collar, para luego dejarlos nuevamente en el bolsillo de la chaqueta de San.

Ese anillo poseía la unica parte angelical que quedaba en Seonghwa, esté había decidido dársela a San para que los recuerdos del menor se desbloquearan mas rapido.

Yeosang pensaba que Seonghwa se estaba apresurando mucho, porque todos los recuerdos de San volverían mas rápido pero y si San no se daba cuenta de que eran sus recuerdos y solo pensaba que eran sueños? Además de que era mucho para digerir tan rápido. Sin embargo, Park era su creador y jamas podría darle la espalda.

•••

San llego al instituto con un bubble tea en su mano izquierda y su mochila colgando en su hombro derecho. Un suspiro cansado escapo de sus labios al recodar que en la primera hora tenía historia, odiaba esa materia desde que la profesora lo había desaprobado a él pero había aprobado a un idiota que no hacia nada en toda la clase.

Camino hacia su casillero y coloco la clave para poder abrirlo, al lograrlo se quito la mochila y la abrio, saco los libros que no usaría durante las dos horas y puso los libros en el casillero para después cerrarlo.

Antes de darse la vuelta noto una ráfaga de viento frío golpear sus brazos y cuando se volteo, su cuerpo golpeo contra uno mucho mas fuerte y grande que el suyo. Alzo la mirada y se quedo sin habla cuando noto aquellos hermosos ojos grises mirándolo con diversión.

━━Hola, ángel.

San casi se derritió al escuchar la voz ronca del ojigris salir de aquella manera tan lenta.

━━Hola, hyung..━━Murmuro embelesado por los ojos contrarios.

━━No creí que te encontraría aquí.━━Mintio.

Claro que sabia que San estudiaba en ese lugar, de otra forma jamas hubiera pensado en inscribirse en ese estúpido instituto.

━━Tampoco pensé que estudiarias aquí..━━Murmuro San, tratando de no tartamudear.

━━No crees en el destino?

━━Si, bueno, siempre he creído en el.━━Admitio.

━━Tal vez estamos destinados a encontrarnos.━━Menciono Seonghwa sonriendo de manera tierna.

Justo en ese momento, el corazon de San comenzó a latir con fuerza y una imagen llego a su cabeza. Seonghwa sonriéndole de la misma manera, pero en aquella imagen su cabello era blanco y unas enormes alas del mismo color adornaban su espalda.

La respiración de San se agitó y el dolor en su espalda volvió. El menor trato de ocultar la mueca de dolor pero le fue imposible.

━━Estas bien?━━Pregunto Seonghwa, sus ojos se llenaron de preocupación.

━━Si, solo.. es un pequeño dolor, no es nada.━━Dijo sonriendo suavemente.━━Si me disculpas, debo ir al baño.

Seonghwa asintió con la cabeza y observó como el menor empezaba a caminar con rapidez hacia el baño de hombres. Pudo ver que la remera que San llevaba parecía mojada y ahí fue cuando Park entendió lo que pasaba.

Las cicatrices en la espalda de San se estaban abriendo.

━━Joder..━━Murmuro al ver como Hongjoong a unos metros planeaba seguir a San.

Un chasquido de sus dedos fue suficiente para detener al ángel. Park aprovecho eso y camino hacía donde se había ido San.

Al llegar al baño, se adentro en el y lo que vio lo dejo atónito. Sabia que las heridas en la espalda de San era terribles, ya las había visto antes, pero ahora parecía como si alguien le hubiera arrancado las alas nuevamente. Y solo conocía a una persona que tenia el poder de torturar a otra sin siquiera tocarla.

Al parecer sus pasos hicieron que San se volteara asustado, el menor se coloco la remera correctamente y trato de fingir una sonrisa.

━━Todo bien?

━━Eso debería preguntarte a ti, no crees?━━Cuestiono Park cruzando sus brazos.━━Que te sucedió en la espalda?

San soltó un suspiro y nego con la cabeza.

━━Me creerías si te digo que no lo se? Porque realmente no tengo idea de que me sucedió, solo se que duele..

Seonghwa mordió su labio inferior, conteniendo su enojo. Él en verdad se estaba conteniendo para no ir y matar al desgraciado que le estaba haciendo eso a su ángel.

Se acerco a San con lentitud, lo que menos quería era asustar al menor, y llevo sus manos hacia la espalda del chico sintiendo como esté temblaba ligeramente. Su mirada no dejo la contraría, y deslizo su mano nuevamente por la espalda de San esta vez murmurando unas palabras en un idioma que el ángel no fue capaz de entender.

Latín.

Tal vez ocasionaba dolor a quienes lo merecían, pero tambien podía quitarselo a quienes no lo merecían. Y San definitivamente no merecía aquel dolor.

𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟 𝗖𝗔𝗜𝗗𝗢 ⤷ 𝖺𝗍𝖾𝖾𝗓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora