SUNFLOWER

Una Mala Noticia

Pase todo el día con Kara. Estar con ella no es para nada una pérdida de tiempo hablamos de todo, hasta de temas sin coherencia; con Kara es imposible que me aburra, compartimos el mismo sentido del humor y no podemos tomarnos nada enserio o pelearnos seriamente, de hecho, nunca peleamos. Y si hubiera motivos para una pelea estoy seguro que no duraría mucho, ya que prácticamente hemos sido inseparables desde bebés y no hay nada que pueda cambiar eso. Creo que si uno saliera de la vida del otro dejaría un vacío enorme. Lo sé, es demasiado cursi, pero es verdad, siempre estamos el uno para el otro, y encontrar a alguien que se parezca a ella seria imposible. Me gusta pensar que tendremos la misma relación que tienen nuestras madres y seremos mejores amigos hasta que la muerte nos separe.

                          🌻🌻🌻

Al día siguiente desperté buscando a Kara, ya que se había quedado en casa. Mire la hora y eran las 9:30 de la mañana. Salí de la cama, me estiré un poco para quitar toda la pereza del cuerpo, y me dirigí a la cocina donde se encontraba mi madre preparando el desayuno.

-¡Buenos días! -saludé a mí madre-. Má, ¿no la viste a Kara? -Interrogué después de saludar

-¡Buenos días cariño! Sí, salió hace media hora -contestó sacando la leche de la heladera-. Ah Y me dijo que te alistes temprano a si van al instituto de música -añadió mirando el reloj.

-Okey, ma -exclamé corriendo hacia mi cuarto.

-No te demores mucho que el desayuno ya casi está listo -gritó mí madre para que la escuchara.

Salí del baño después de hacer mis necesidades y bañarme, miré la hora la cual daba las 10:20am. Elegí mi ropa para hoy, me vestí y salí de mi habitación hacia el comedor para desayunar con mi familia. Después de terminar de desayunar, ayudé a mi mamá a lavar los platos y limpiar un poco la cocina, cuando vi la hora ya eran las 11:15am. Me cepillé los dientes y arreglé un poco mi cabello, que parecía un nido de pájaros, y salí corriendo despidiéndome de mamá, Leo y mi hermana. Una vez a fuera me encontré con Kara quien vestía algo parecido a lo mío; un pantalón a cuadros con una blusa y zapatillas blancas, yo por mi parte tenía un pantalón a cuadros, una camisa a rallas de colores con una musculosa debajo y zapatillas blancas.

-Creo que deberíamos tratar de comprar ropa en tiendas diferentes -Señaló mi ropa y la suya a la vez.

-Pero es lo que hacemos -dije encogiendo los hombros.

-Bien, entonces tratemos de no vestir como mellizos -habló riendo y caminando a mi lado.

Pasamos por Sasy y Kendra antes de ir al instituto como es de rutina para nosotros. Durante el camino íbamos riendo de cualquier pavada que se nos ocurría. Llegamos al instituto un poco tarde porque a Sasy se le antojó comprar un helado durante el camino. Entramos al salón de música. Mi corazón comenzó a latir queriendo salir de mi cuerpo y mis ojos brillaban al ver a ese chico con el cual casi tuve mi primer beso, y por el cual estoy sintiendo miles de cosas. Al darse cuenta de mí presencia una enorme y linda sonrisa se dibujó en su rostro haciendo que se vea como el ser más lindo que haya visto, me acerque a él con una sonrisa y un poco de rubor en mis mejillas al recordar lo que paso en su habitación.

-¡Hola! -salude acercándome para darle un beso en la mejilla, pero al acercar mis labios a su mejilla él giró un poco la cabeza haciendo que el beso aterrice en la comisura de sus labios -Lo lo...lo siento -me disculpé por aquel acto fallido.

-No...no pasa nada -dijo un poco nervioso y sonrojado.

-Te ves lindo ruborizado -expresé en tono tierno.

-Vos también, bueno ya sos lindo por si solo -Sujetó mi mano con algo de nerviosismo que se dio a notar por el sudor en su mano y porque cada vez que se pone nervioso se rasca atrás de la oreja. Tomó un gran bocado de aire -¿Quieres ir hoy al campo de girasoles? -preguntó soltando todo el aire.