Roo y la hamaca Ü

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En el 1989, cuando Quintana Roo tenía 15 años, por su terquedad y porque no tenía nada que hacer, se le ocurrió la magnífica idea de saltar las hamacas.

Hasta que un día se le atoró el pie y se terminó lastimando el ojo izquierdo, fue muy grave, hasta el punto que le salió sangre.

Campeche estuvo en el momento, él fue el que lo auxilió mientras Yucatán estaba cocinando, trató de mantener la calma pero no podía, ver a su hermano así y pensar que Yucatán le armaría de pedo por no estar al pendiente de Quintana Roo.

Lo único que hizo fue agarrar una toalla y ponérsela en el ojo de su hermanito, mientras Quintana Roo le salían lágrimas por el dolor.

Cuando Yucatán llegó y vió la escena, sólo pudo llorar y ver por el bien de Quintana Roo, llevándolo al hospital de inmediato, pidiéndole a Dios que Roo esté bien.

Después de ese accidente y como siempre, Quintana Roo tuvo una fuerte sobreprotección, además, le dañó el ojo, siendo esto algo que Quintana Roo quería esconder.

Yucatán le regaló unos lentes, los tenía por ahí guardados, tomando la decisión de dárselo a Roo.

Este los recibió con mucho cariño y desde entonces, ha utilizado esos lentes durante 3 décadas, los cuida mucho, eso  muy valiosos para él, es como si se tratase de su vida.

Esto le sorprende mucho a Yucatán, ya que Quintana Roo no es de hacer eso.

Y así le chingué su ojo¿

Tres PelanaesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora