10- And this is how starts

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-Lamento haberme ido tan repentina...-
No alcance a terminar la frase cuando Matty se aproximo a mi y me beso.
Fue algo inesperado, en un comienzo pegué un saltito y una exclamación, pero el placer me consumió y respondí a aquel beso como si mi vida dependiera de aquello.
Porfin, podía saborear los labios de Matty. Tenían un leve sabor a vino, lo cual me agradaba.
Siempre pensé que sus besos serian un tanto bruscos, pero me equivocaba.
Eran suaves, delicados, pero no menos apasionados.
Sentí como sus manos se deslizaban por mi espalda hasta mi cintura.
Amaba que me tocara.
Amaba sus besos.
Amaba su presencia.
Creo que me estoy enamorando.
Nos separamos unos cuantos centímetros, no pude ocultar mi felicidad, sonreí y solté una risita.
-Pensaba hacer esto en el escenario, pero como te fuiste corriendo, no tuve mas escapatoria que hacerlo aquí- me dedico otra de esas miradas seductoras que no resisto.
Me reí y lo bese.

***
Ahora estábamos en el departamento de Matty.
(No piensen en eso)
Luego de aquel beso, nos subimos a su van y vinimos aquí.
Ahora yo estaba sentada en su cómodo sillón buscando algún programa para ver.
El estaba en la cocina buscando cerveza.
-¡Piensa rápido!- dijo mientras lanzaba una lata en mi dirección. Por suerte, siempre eh tenido buenos reflejos. La atrape con una mano.
Solté una risa suave cuando se sentó a mi lado.
Abrió la lata, y con un brazo rodeo mi cintura y me acercó a el.
Sonreí de oreja a oreja. Nunca estuve tan feliz en mi vida.
Matty se dio cuanta y dijo
-De haber sabido que estarías tan feliz, te habría besado ese mismo día en el Starbucks-
-Eso abría sido imprudente- argumente yo
-Pero de cualquier modo te hubiera gustado-
Los dos nos reímos. Tenía razón, me hubiera gustado de todas formas.
Seguí cambiando los programas como distracción. Si no lo hacía, acabaría sacándome la blusa ahí mismo.
Matty comenzó a besarme el cuello.
Maldición. Mi distracción no serviría si hay alguien besándome el cuello.
-Basta- le dije suavemente
No me hizo caso, siguió besándome.

Si no puedes contra el, únetele

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora