HEY, TE QUIERO (Kōtarō Bokuto x ti)

EPÍLOGO.

NARRA AMAYA

Me encontraba con Kōtarō en una cena romántica que él había preparado en mi casa de sorpresa.

Amaya: Kōtarō, amor, no me creo que hayas hecho tú esta comida tan deliciosa (dije yo sorprendida) tienes mis respetos (le sonreí)

Bokuto: Amor, aprendí a cocinar sólo para este día (dijo con una sonrisa)

Entonces yo le miré extrañada.

Amaya: No entiendo qué tiene de especial este día (dije arqueando las cejas)

Entonces de la nada mi novio se levantó de su silla y apoyó una rodilla en el suelo semiarrodillándose.
Yo abrí mis ojos más de la cuenta al ver que me había tenido una nota.

Entonces yo la agarré.

Bokuto: Porfavor, lee en voz alta lo que pone (dijo con una sonrisa en su rostro)

Entonces yo desdoblé la nota.

Amaya: "Amaya Hino ¿Quieres casarte conmigo?" (Casi no pude ni leer lo que ponía ya que de la emoción gruesas lágrimas empezaron a rodar por mejillas)

Kōtarō se quería casar conmigo y eso me hacía la mujer más feliz del mundo.

Cuando levanté mi vista del trozo de papel vi a mi novio en la misma posición pero esta vez sostenía un anillo.

No pude evitar llorar más por la felicidad que sentía.

Amaya: ¡S-sí! (Dije entre sollozos y con una sonrisa en el rostro) Me quiero casar contigo. (Entonces me sequé las lágrimas y Kōtarō se levantó para darme un abrazo)

Bokuto: (entre sollozos) soy el hombre más feliz que hay sobre el planeta tierra, no me lo puedo creer, Amaya, te amo (dijo muy feliz)

Realmente este era el momento más hermoso que había vivido jamás.

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Después de nuestra linda boda nos fuimos a vivir juntos a una casa bastante grande, Kōtarō era jugador de voley y a la vez entrenador de adolescentes que juegan al voleyball.
Y yo directora de cine y fotógrafa.

Por tanto, nos lo podíamos permitir.

No mucho después de mudarnos yo me quedé embarazada, ya que queríamos un niño.

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Bokuto: May, amor (dijo entrando a la habitación)

Yo estaba tumbada en la cama, ya tenía treinta y seis semanas de embarazo así que mi barriga era muy grande, además de que nos habían informado de que serían dos gemelos, eso augmentaba las proporciones de mi barriga.

Amaya: Dime cariño (dije sentándome en el borde de la cama)

Bokuto: ¿Quieres que demos un paseo,ya que hoy es mi día libre, he pensado que sería buena idea (me sonrió feliz y se sentó a mi lado y puso una mano en mi barriga) ay, estan pegando pataditas

Amaya: Sí, serán inquietos como su padre (Kōtarō me miró y yo me reí)

Bokuto: (me miró fijamente y me robó un beso) estás hermos y ojalá sean tan hermosos como tú y tan inquietos como yo (se rió) ¿Qué dices, salimos un rato? Quiero presumir por todo el vecindario que tengo una mujer tan hermosa como tú y que encima estoy a punto de tener dos hermosos niños con mi hermosa esposa.

No pude evitar sonreir y asentir con mi cabeza.

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No pasó mucho tiempo hasta que los niños nacieron.

Tatsuya y Tetsuya, esos fueron sus nombres, por alguna razón a Kōtarō le hacía ilusión llamarles de formas parecidas.

Y nuestros pequeños muy rápidamente crecieron, aquellos niños eran clavados a su padre, tenían el cabello algo ondulado azabache, los ojos color miel y ambos lo llevaban repeinado para arriba como su padre.

Tatsuya: ¡AH! ¡MAMÁ TETSU HA ROBADO EL ALMUERZO!

Tetsuya: ¡MAMÁ! ¡TATSU ME HA LLAMADO IDIOTA!

Suspiré, a veces me volvían loca.

Amaya: ¡Tatsu no llames idiota a tu hermano! (Dije señalándolo) ¡Tetsu devuélvele a tu hermano el almuerzo! (Lo señalé)

Tatsuya: Mami (se comenzó a reir) yo soy Tatsu.

Tetsuya: Y yo Tetsu (se rió)

Los había señalado al revés.

Amaya: Perdonad, es que no sé por qué narices a vuestro padre se le ocurrió vestiros exactamente igual, tenéis 10 años (suspiré)

Bokuto: (vino corriendo al salón) ¡Es que míralos se ven monísimos vestidos igual! (Me abrazó por la espalda)

Amaya: Sí, se ven monísimos y también exactamente iguales (me reí)

Tatsuya: Tetsu.

Tetsuya: Dime Tatsu. (Le miró)

Tatsuya: Papá y mamá ya se están poniendo empalagosos ¿Quieres que salgamos a hacer toques?

Tetsuya: ¡Eso no se pregunta!

Entonces agarraron la pelota y salieron a la terraza para hacer toques.

Yo me giré y miré ai atractivo esposo.

Amaya: No los entiendo, hace dos minutos estaban peleados (dije incrédula) en fin, mejor que se lleven bien, estoy agotada

Bokuto: (me miró con ternura) qué feliz estoy de tener a una esposa como tú, realmente no te merezco, amor, deberías descansar, trabajas y estas demasiado pendiente de los niños, realmente me gustaría no estar todo el dia fuera, así que hoy que es mi día libre cuidaré yo de ellos tu descansa hermosa (me depositó un beso en la frente y después uno en los labios)

Amaya: Bien... Descansaré un ratito, intenta no quemar la casa en el tiempo que yo esté descansando por favor y que no se peleen mucho (sonreí y llevé mi vista al ventanal a través del cual se veía la terraza)

Tatsu le estaba haciendo colocaciones a Tetsu que las remataba.

Bokuto: Serán muy buenos jugadores ¿No crees?

Amaya: Seguro que sí, siendo tú padre (sonreí)

Finalmente me retiré a descansar.

Cuándo desperté de mi pequeña siesta bajé al salón y me encontré una imagen enternecedora.
Kōtarō estaba en el suelo y tenía a ambos niños una a cada lado abrazados a él, seguramente habían jugado al voleyball hasta que se cansaron porque la pelota estaba tirada por ahí.

Al ver aquella hermosa imagen no pude evitar sentirme feliz por tener esa hermosa familia.

-FIN-
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Hemos llegado al final

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Espero que os haya gustado esta historia :)

Un abrazo gigante <3

~Ty~