__ Hargreeves, la hija de Reginal y por ende la más favorecida, nadie tenía idea de porqué, pero todo sería resuelto al regresar al pasado y encontrarse con una gran sorpresa y una buena historia.
Ya han pasado varias semanas desde lo sucedido, teniendo la misma rutina. Despertar una hora más temprano que los demás, entrenar hasta que los demás despierten y seguir entrenando junto con ellos después de desayunar.
Pero he avanzado bastante, fue bastante complicado cuando empecé, al principio el campo de fuerza solo estaba en mis manos con el paso de los días he logrado tenerlo alrededor de todo el cuerpo. Lo complicado es poder cubrirnos a todos con él. Aun que lo he tratado me es complicado poder ampliarlo, es algo en lo que sigo trabajando.
Dejo de pensar cuando escucho murmuros al otro lado, con cuidado de no hacer ruido me pego a la pared de donde provienen los murmuros. Enseguida esa descarga eléctrica que tanto me asusta recorre mi espalda ocasionando que cierre los ojos y los vuelva abrir en unos segundos, aunque las visiones sean de mucha utilidad las aborrezco.
Retrocedo un poco, las visiones cada vez son más frecuentes de lo que desearía que fueran, trato de sostenerme de mi escritorio, lo cual no logro, tirando el florero lleno de flores al paso ocasionando que se rompiera y cortarme en el acto.
¡ah! -suelto un quejido de dolor-
Volteo a ver a la puerta de la habitación cuando la escucho abrirse, puedo ver a Cinco con un rostro de preocupación.
¿Estás bien? -se agachó hasta tomar mi altura para tomar mi mano y observarla- ¿Por qué eres tan descuidada? -me toma con cuidado de los brazos haciendo que me levante para luego salir de la habitación-
¿Qué haces? ¿A dónde vamos? -dije aún afligida-
Llevarte con mamá para que trate tu herida, podrías pensar un poquito más ¿no crees? -soltó con un tono frio-
Y tu podrías dejar de ser un idiota ¿no? -susurré-
¿Contigo?, es algo imposible -sonrió con arrogancia, ahí esta esa actitud que tanto aborrezco-
Puedo caminar sola -comenté tratando de saltarme de su agarre-
Eres muy torpe, puedo jurarte que volverás a caerte -aumento un poco más la fuerza en el agarre-
Ush, ten cuidado, hermano, la princesa de papá se lastimó la uña -sonrió recargado en la puerta de su habitación mientras lanzaba y atrapaba uno de sus cuchillos- si fue por culpa tuya estás muerto
Tanto mueres por un poco de atención como para entrometerte en la vida de los demás ¿cierto? -di una sonrisa llena de ironía-
Cinco jaló de mi soltando un gruñido de molestia retomando el camino hacia donde estaba mamá.
Oye, estaba defendiéndote, imbécil -rodé los ojos-
No te pedí que lo hicieras, solo cierra la boca hasta que lleguemos -dijo entre dientes-
No tardamos en llegar, apenas entramos mamá supo que había problemas.
¿Qué sucedió, cielo? -le cuestionó a Cinco-
Él tomó mi mano mostrándole la cortadura- tiro un florero y se cortó, ya sabes que es demasiado torpe-
No es nada -le arrebaté mi mano-
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No importó cuanto protesté y dije que no era nada de igual manera hicieron que me siente para tratar la herida, veía atentamente a mamá vendar mi mano mientras de reojo podía ver a Cinco hacer lo mismo.
Ya está, no fue profundo ni un gran corte -sonrió-
Te lo dije, exagerado -el solo dio una sonrisa de ironía para luego dejar de sonreír-
Estábamos en un silencio incomodo mientras nos dirigíamos a nuestras respectivas habitaciones, quería preguntar que hacia hace unos minutos en su habitación y si era relacionado a mi visión.
¿Qué hacías hace rato como para murmurar tanto? -rompí el silencio-
¿Qué hacías escuchando? -respondió fijando su mirada en mi-
Yo pregunté primero -dije-
Cálculos, solo eso -suspiré con alivio, parece que no tienes conexión con lo que vi- ¿y tú? ¿qué hiciste como para cortarte de esa manera?
Me acerqué a la pared a escuchar, traté de sostenerme del escritorio y caí -dije con simpleza- ¿Para qué son esos cálculos?
No te interesa -dejo de mirarme para fijar su vista hacia el frente-
Estas planeando hacer algo y quiero saber -me acerqué un poco-
Nada y aun que así fuera tu serias la última persona a la que se lo contaría -dijo-
Puedo ayudarte, soy buena en eso -sonreí tratando de darle confianza-
Claro, como no podrías, eres buena todo -pude ver como su mirada y rostro se suavizaron-
Un revoltijo en mi estomago apareció, por primera ves en la vida había dicho algo lindo de mí, eso es un gran avance tratándose de una persona como él.
Bien, entonces ¿Cuándo empezamos? -pregunté-
Mañana, ¿te parece? -sonrió a medias-
De acuerdo -le sonreí para adentrarme en mi habitación, antes de entrar por completo me detuve en la puerta- descansa
Descansa -dijo antes de verlo desaparecer en su habitación-
Sonreí inconscientemente mientras me recostaba en mi cama, esta versión menos severa de Cinco me agrada bastante. Con el tiempo nos llevaremos mejor, estoy segura de eso.
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Es alucinante ver el progreso que he obtenido con el paso del tiempo, desde como me expresaba escribiendo y el orden hasta la narración de la historia. Simplemente me encanta.
Espero que les vaya gustando como va hasta ahora tanto como a mí, eso es todo.
