𝑰𝑽 (𝑪𝒐𝒓𝒓𝒆𝒈𝒊𝒅𝒐)

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En las últimas semanas mi rutina se ha vuelto bastante monótona, levantarme una hora más temprano que los demás para entrenar aquel poder que nos protegerá luego fingir levantarme con los demás y entrenar con ellos luego de desayunar. Debo admitir que no me ha ido nada mal, aquel campo de energía que al principio solo podía tenerlo en mis manos se ha expandido hacia todo mi cuerpo con tanta practica y paciencia.

También durante estas semanas Cinco y yo nos hemos vuelto más cercanos, podría decir que nos vuelto hecho amigos, he aprendido varias cosas sobre él. Como el hecho de que Cinco es bastante agradable cuando se lo propone y cuando no acaban con la poca paciencia que tiene, también he aprendido que a pesar de que se muestre como una persona egoísta que solo piensa en él es todo lo contrario.

Hemos invertido todo el tiempo libre que poseemos en las ecuaciones que Cinco insiste en hacer sin decirme el motivo de para que lo hacemos, no mentiré, es divertido convivir con él, pero me preocupa el motivo para el que son destinadas las ecuaciones.

Pero hay una cosa, una cosa que no me deja para nada tranquila y es el hecho de que cada vez que Cinco está cerca de mí me pone los nervios de punta y hace que mi estomago se llené de revoltijos que no son nada cómodas de tenerlas, pero ya me he acostumbrado a sentirlas.

No sé cómo llamar a ese sentimiento y síntomas que tengo por culpa suya, el corazón se me acelera gracias a su cercanía, el hecho de que no convivamos con más personas que nosotros mismos no facilita las cosas. Como saber que siento cuando nunca lo he sentido antes o nunca nos han hablado acerca de cosas como esas.

Ahora mismo estoy más concentrada en mis pensamientos que en aquel libro que tengo en mis manos, obsequio de Cinco por supuesto, aquel cambio de trato hacia mi proveniente de él me desconcertó bastante al principio. Dejo de lado mis pensamientos y mi libro cuando escucho el tocar de la puerta y veo como algo se desliza debajo de la puerta.

Me levanto de la cama dirigiéndome a la puerta y tomó aquel papel que deslizaron, es una nota.

Te espero en azotea.

-Cinco

De inmediato tomo mis zapatos poniéndomelos para luego dirigirme a la azotea, pude verlo apenas subí estaba atento mirando hacia la cuidad, me acerqué sin hacer ruido alguno.

Cinco -susurro, voltea en dirección a mí y sonríe tomando mi mano- ¿qué hacemos aquí?

Quería ver las estrellas -dice mientras jala de mí y hace que me sienta en una manta que se encuentra sobre piso-

Veo de reojo como saca algo de comida de una pequeña canasta y la acomoda frente a nosotros para luego fijar su mirada sobre mí.

Sé que siempre has querido ir de picnic -sonríe- es lo más cercano a un picnic que puedo darte

Sonrío con emoción, hacer un picnic es una de las cosas que siempre he querido hacer y me resulta muy dulce que hiciera algo como esto para mí.

Gracias -le sonrío con dulzura-

De inmediato el frio de la noche llega a mi cuerpo haciendo que tiemble, me abrazo tratando de entrar en calor, pero no parece funcionar. Segundos después siento como Cinco se sienta detrás de mi colocando una colcha sobre él y luego sobre mi cubriéndonos a ambos.

Doy una pequeña vuelta quedando frente a frente bajo su atenta mirada.

¿Puedo besarte? -pregunta bajando su mirada a mis labios igual que la mía a los suyos-

Asiento no muy segura, quiero y anhelo que lo haga, pero por mi parte no sé hacerlo, lo único cercano que sé de eso es cuando Vanya y Allison practicaban como besar con una manzana bajo la enseñanza de Klaus, sabrán que de eso no salió más que una manzana llena de saliva.

Pero él sin dudarlo une sus labios a los míos, uniéndonos en un beso suave, tanto su olor corporal como el sabor a sus labios son a café lo cual es embriagante, fascinante y bastante adictivo, a decir verdad.

Poco a poco nos separamos y une nuestras frentes mientras sonríe, a menudo Cinco me transmite mucha paz y tranquilidad, esta es una de esas ocasiones. Pero al escuchar algunos pasos que se dirigían a la azotea, Cinco nos transporta a la puerta de mi habitación de forma casi inmediata.

Suelta una risa en voz baja por lo sucedido anteriormente que hace que imite su acción tratando de ser silenciosa y no levantar a los demás.

Fue lindo mientras duró -comenta sin dejar de sonreír-

Si que lo fue - le sonrió de vuelta-

Descansa -se acerca y besa mi mejilla haciendo que me sonroje-

Descansa -digo-

Beso su mejilla para luego ver como desaparece entrando en su habitación por lo que hago lo mismo, vaya que me estoy volviendo loca por él. 

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Muy buenas, muchachxs hermosxs.

Espero les guste, voten y comenten eso me ayuda muchisimo.

baay mua <3 

𝑻𝒉𝒆 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓𝒊𝒕𝒆 𝒅𝒂𝒖𝒈𝒉𝒕𝒆𝒓- 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora