O2: Humillaciones no tan humillantes

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── Raro. ─Musitó Flower, viendo al frente como imaginando el fantasma de aquellas siluetas que habían huido de ahí en su primera oportunidad. Una pequeña mano rozó su brazo, y sintió su corazón aletear pero rápidamente recobró la compostura.

── Ayúdame con esto. ─Pidió la rubia, refiriéndose al desastre bajo sus pies. ── Increíble, choca conmigo, se va y ni siquiera me ayuda a recoger las cosas, ¿Quién era ese imbécil? ¿Sssse...? ¿Fe–? ¿Fu... Fu algo?

── Fukase. ─Corrigió, y Rin enarcó una ceja tragándose una duda que nació en su interior.

Mientras recogían los papeles no hicieron más que respirar y soltar quejidos de vez en cuando por lo cansador que era ordenar papeles mientras más estudiantes pasaban por sus laterales sin ninguna pizca de compasión ni ganas de ayudar, y al terminar su innecesaria y pesada labor, ambas exhalaron dividiéndose el montón entre ellas.

── Recuérdame una vez más por qué dije que sí. ─Rin dejó caer sus párpados hasta la mitad, arrepintiéndose totalmente de no haberle negado a la petición al docente. El receso era para descansar, no para estar acarreando papeles y libros de aquí para allá como mula de carga, y encima terminar chocando con un estúpido que no se dignó ni a ayudarle.

Antes de que la rabia la consumiera otra vez, la mitad de su carga fue arrebatada por su acompañante, y esta le miró confundida.

── Ni idea, pero ya que estoy aquí déjame ayudarte un poco más. ─Sonrió, mas para su mala suerte, en lugar de sentirlo como una ayuda, Rin lo percibió como una burla a sus aparentes brazos de fideo en los que Flower parecía no confiar, y le volvió a quitar esa mitad, quizá un poco más que eso.

── No necesito ayuda.

Los labios de la más alta se separaron escasamente mientras observaba en un trance la espalda de Rin volverse más lejana, y no fue hasta que la muchacha se detuvo que esta decidió avanzar, llegando hasta ella con una renovada sonrisa cuando vio el amapola teñir sus mejillas.

── Okay tal vez necesito algo de ayuda.

No se dijo más, Flower tomó la mitad que antes había robado, y la afirmó contra su pecho haciendo equilibrio para no irse de cara al piso con todo entre sus manos.

La de hebras nevadas carraspeó, soltando una risa casi imposible de oír.

── Sabes, no espero que me des las gracias pero...

── Pero nada. ─Rin la detuvo, avanzando más rápido sabiendo que Flower no sería capaz de alcanzarla con esa carga que le llegaba casi al cuello. ── Yo no te obligué, lo estás haciendo porque quieres.

"Y porque te quiero" Añadió mentalmente a las palabras de la rubia, sintiendo un calor en su pecho que no sabría describir como agradable o doloroso, tal vez una mezcla de ambas, y en lugar de defender su humilde ofrecimiento, rió, viendo como la amarga chica le dejaba cada vez más atrás hasta que casi perdió rastro de su ser.

Suspiró cerrando los ojos por un momento.

Sabía que jamás podría caminar a su lado, ¿Y qué más daba? Nadie podía, eso estaba bien para ella.

[...]

── ¡Guuuumiiiiiii!

El lloriqueo de Miku al entrar al aula llamó la atención de algunos, pero la nombrada escondió su rostro entre sus manos dando media vuelta y devolviéndose a su lugar apenas vio a esos dos tontos en la puerta, podía aguantarse las ganas de ir al baño un rato más, tal vez si se escondía detrás de su mochila...

El amor (NO) es guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora