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Jin: *despertando* ¿Dónde estoy?

Jin estaba sentado en una silla, todo estaba oscuro a excepción del piso y una silla a unos metros frente a él, en ella se encontraba una chica de cabello rubio

***: Jin Mo-Ri, Dan Mo-Ri, Jaecheondaesong, Wu-Kong. Has sido conocido con varios nombres pero al final solo fuiste un poco más que un mortal.

Jin: Así que al final morí...

Jin recordó su último enfrentamiento con Maytra, el dios supremo y el como se sacrificó para sellarlo en la luna. Aunque le dejo a sus amigos el resto para que no lo volvieran a resucitar.

***: Estuve observandote, desde que eras conocido como Son Gokū hasta que eras conocido como Dan Mo-Ri. Realmente nunca descansaste, ¿no?

Jin: ¿Y cuál es el punto de esto?

***: Te daré la opción de renacer. Renacer en un mundo diferente con el objetivo de derrotar al mal que hay ahí.

Jin: ¿Y eso por qué?

***: ¿No te interesa?

Jin: En realidad me interesa, probablemente haya todo tipo de gente fuerte en ese mundo pero... He vivido demasiado, ¿por qué darme esta oportunidad?

***: Cómo dije antes, te estuve observando y bueno... En realidad n-no pude evitar encariñarme contigo, así que desde mi posición como diosa te quiero ofrecer esta oportunidad. Claro que eres libre de rechazarla si crees que has vivido lo suficiente.

Jin: .... Bien, la tomaré. Solo tengo que derrotar a ese tal rey demonio y seré libre, ¿Cierto?

***: Podrás vivir en paz con tus seres queridos, como siempre quisiste.

Jin: Mmmm... Suena mejor que estar en el infierno. ¿Y cuando iré?

Eris: P-Permiteme presentarme, mi nombre es Eris y hace poco soy la encargada de estos asuntos. Y contestando tu pregunta, puedes ir ahora mismo. Puedes escoger un objeto para reencarnar con él, si así lo deseas.

Jin: Oh, es más fácil de lo que pensé. ¿Puedo llevarme mis cosas? El Yeoui, mi Kintou y mi armadura.

Eris: B-Bueno, son tres pero te permitiré llevarlas, sin embargo, los dioses me castigarían si descubren esto así que esconderé el resto en el mundo. Por ahora solo llevarás tu Yeoui.

Jin: Wow, si que me conocías, el abuelo me decía que tuviera cuidado con mujeres como tú aunque nunca le preste atención.

Eris: C-Como sea, puedes partir ahora mismo, recientemente enviamos a un chico con el mismo objetivo pero dudo que lo logré. Tengo altas expectativas de ti.

Jin: ¡Bien! Espero encontrar gente fuerte ahí. ¡Nos vemos!

Jin tuvo una sensación similar a quedarse inconsciente, pero despertó a los pocos segundos, estaba de pie en una calle, había gente a su alrededor pero no le prestaron atención. Miro a sus alrededores y la gente parecía ser de alguna especie de historia de fantasía, le recordaba a algunos de los habitantes de Oregauk. Se fijó que el Yeoui estaba en su espalda y sus ropas estaban reparadas.

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Jin Mo-Ri en KonosubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora