Perdón

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Él, mi perfecto dilema,
que aun después de olvidado,
sigue dándome guerra.
Quizás es la culpa
de haberlo hecho pedazos,
cuando él de mí tuvo misericordia
¿y yo? yo nunca creí en treguas.
¿la palabra? intensa,
y ahora que ya no te quiero,
la vida me pesa
porque al final fui yo quien te dio muerte
cuando yo era la presa
Perdón, perdón ojos bellos,
por ya no quererte de otra manera.
Fue culpa de tu piedad
para la próxima, no la tengas.

Fue culpa de tu piedadpara la próxima, no la tengas

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