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Los ojos de Yoongi aletearon al despertar.

¿De nuevo? 

Nada debía aletear. Se giró en su lugar gruñendo, solo para notar el vómito que cubría su pecho y cama. 

Ni siquiera puedo hacer esto bien.

Yoongi se estiró para encender la lámpara a su lado, tirando unos cuantos recipientes vacíos que se supone son para pastillas. 

El segundo horrible intento de acabar con su vida; las cicatrices del primero aun se burlan de él en su persistente estadía en sus muñecas. 

Al menos este fracaso no era tan visible. Todo dolía. Su estomago vaciado de esas pastillas ahora se sentía lleno con filosas rocas, su cabeza punzaba como si lo hubieran agitado. 

Moverse era difícil, como si su sangre fuese reemplazada con cemento recién hecho. Aún así, Yoongi se levantó, con la decisión de que nada importaba. 

Yoongi hizo su torpe camino hasta el baño, los sonidos de la ciudad atravesando su ventana, trayendo consigo los fríos vientos de Enero. 

Eres un desastre, se lamentó al fantasma en el espejo. Cerró la ventana, imaginando la razón de porque estaría abierta en medio del invierno. 

Yoongi comenzó su rutina mañanera, en modo casi automático. Primero que todo: café. Lentamente bajó al corredor, con su mano en la pared buscando estabilidad. 

—Bienvenido de vuelta del mundo de los muertos— ¿Dijo eso? Sonó como él, pero sonó desde el asiento frente a él. 

—¿Quién eres? 

—Soy tú. 

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Historia original de Bangtology

Traducción al español por MxnchiSxft

Fotografías | Traducción YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora