ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 1

1K 76 18
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

📍INCOMODIDAD

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

📍INCOMODIDAD

Esa es la descripción especifica de lo que siente el joven muchacho de cabellos rubios. Con la mirada viajando entre todos sus compañeros y su respiración entrando a sus pulmones de manera pausada, incluso escasa, suspira.

Desde que venció a su padre ya nada es lo mismo, o al menos, así lo siente él.

Romper la maldición siempre ha sido su misión.

Siempre ha sido positivo en ese aspecto, siempre creyó que, tarde o temprano, lo conseguiría. Y así fue. Pero ahora no está tan seguro de saber si ha sido una buena idea.

Tendría que estar feliz, sin embargo, esta con ganas de dormir y nunca despertar.

Por eso cuando escucha la tan familiar sonrisa de su novia, Elisabeth, ve algo que se repite continuamente.

Felicidad.

Su sonrisa es contagiosa, a pesar de los treinta siglos que han pasado desde que la conoció. La sensación de culpa se expande por sus venas de manera rápida, llenando su corazón de un sentimiento que jamás pensó que volvería a sentir.

No esta contento con eso.

Odia sentirse así, tan vacío y sin energía.

¿Es por esta sensación que ha luchado tantos años?

Su compañero de aventuras le mira con duda. No es normal ver a su capitán comportarse de esa manera. Quizás es de las pocas veces que el mismo lo ha visto así, por no decir la única. Ban siempre ha sido un pilar clave en su vida.

—¿Y esa cara de muerto, capi? Me sorprende verte de esa manera —Ríe. Meliodas le mira con una sonrisa triste, sorprendiendo al contrario —. Oye, ¿te sientes bien?

—Estoy bien, Ban, no hay ningún problema.

Pero Ban no se lo cree.

Conoce a Meliodas desde hace por lo menos veinte años, podría decir que ha crecido con él. Le ha ayudado en sus momentos más difíciles y cuando quiso matarle, para así recuperar a su amada novia, él se lo perdono, ni siquiera le guardó un grano de rencor. Ahora el debía hacer lo mismo, se obliga a si mismo a hacerlo.

La verdad detrás de nuestro amor |Meliodas| *PAUSADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora