ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 4

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La brisa fresca de la noche acaricia la cálida piel de Meliodas, sintiendo como su fino bello se eriza ante el tacto frío y estremecedor del viento

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La brisa fresca de la noche acaricia la cálida piel de Meliodas, sintiendo como su fino bello se eriza ante el tacto frío y estremecedor del viento. Sus ojos verdes se balancean entre el atardecer y la chica a su lado. Quizás es la luz del sol, pero la hace ver especialmente hermosa. Está sintiendo la paz que alguna vez creyó ser incapaz de sentir y todo su cuerpo se relaja cuando escucha la suave risa de su acompañante.

Meliodas está seguro de algo. Y es que no se quiere alejar de esa increíble sensación de paz.

Eden le mira con una sonrisa y el hace lo mismo.

Sabe que esta siendo de lo más egoísta al esconder a tal brillante persona pero le da igual. Va a tratar de esconderla el máximo tiempo posible para tenerla solo para el, para no tener que dar explicaciones.

Porque por más que quiera negarlo, no tiene ninguna.

No puede decirle a sus compañeros de equipo que ha tenido sueños con una mujer desconocida y que siente que la conoce desde años atrás.

Le tomarían por loco. Y no es que le tema, porque sabe que no lo harán. Teme el decepcionarles como había hecho meses atrás cuando decidió convertirse en el rey demonio para romper la maldición.

Nunca olvidaría las caras de tristeza e impotencia que pusieron ese día.

Además, está seguro de que estarán decepcionados por haberle escondido su malestar.

Elisabeth es un problema que no está dispuesto a aceptar. Está aterrado de ver su rostro de sufrimiento. Se ha portado como un tremendo capullo estos últimos tres meses y ella no tiene la culpa de nada.

Pero tampoco es su culpa de no sentir lo mismo. Sí, la quiere, pero no tanto como antes.

—¿Meliodas?— pregunta Eden al verlo perdido en sus pensamientos.

—¿Eh? Lo siento, estoy perdido —se disculpa con una sonrisa.

—¿De verdad estas bien? Te noto cansado.

—No te preocupes, ¿qué decías?

—Te decía que hay varias personas mirándonos desde lo lejos —señala a lo lejos, donde varias figuras conocidas le miran con enfado —. ¿Los conoces?

La verdad detrás de nuestro amor |Meliodas| *PAUSADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora