⋮ ≡ ，，(🗯) 𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐖𝐄 𝑩𝑳𝑬𝑬𝑫.
Donde Draco y Harry ambos son del mundo muggle y como consecuencia de un juego llamado Nerve se conocen mejor. Lo que no esperan es que de la misma forma en la que encontraron lo que pensaban que era una amis...
¡Hola a todos! Antes de comenzar con esto me gustaría aclarar y advertir algunas cosas: » Está historia contiene modismos ARGENTINOS, menos la narración (algunas veces) » Se recomienda leer con el tamaño de letra más pequeño posible y en DIN Next Rounded LT Pro. » Es un au SIN MAGIA, todo transcurre en el mundo MUGGLE. » Habrán palabras, oraciones, pensamientos o hasta algunos diálogos en inglés, los cuáles serán traducidos al final para quienes no entiendan. » VIENE CON HISTORIA TRISTE Y UN FINAL AÚN MÁS TRISTE, eso que recién empieza, así que léelo mientras te preparas mentalmente. » Todavía estoy aprendiendo a escribir, soy joven y me es complicado aveces expresarme, espero sepan entender en el caso de que me equivoque gramaticalmente. No duden en corregirme a través de los comentarios. » Ambos, Harry y Draco tienen 18 años, por lo que están en su último año de una escuela MUGGLE. » //TW! ° ° ° Van a haber menciones de sangre, abuso y descripciones que pueden llegar a ser algo fuertes para gente que lo considere de tal manera, por lo que al principio de cada capítulo que pueda llegar a tener contenido delicado, escribiré una advertencia.
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El sonido de la fuerte lluvia golpeando contra la ventana fue lo primero que Harry escuchó al despertar, el viento silbando y filtrándose por la ventana, haciendo que las cortinas se moviesen con delicadeza. Estaba más que claro que era un perfecto día para quedarse en casa y dormir, tomar cosas calentitas y mirar Netflix sin salir de la cama. Pero, lamentablemente para el joven antisocial, era Lunes, lo que implicaba el tener que ir a la escuela. No era muy conocido, eso es bastante obvio, tenía a sus dos amigos, Hermione y Ron, con los cuales siempre pasaba su tiempo y consideraba como familia. Aire escapó de la boca de Harry en forma de un largo y agotado suspiro, la noche anterior apenas si había consolidado el sueño, al igual que los últimos días que, por algún motivo, lo tenían desvelándose. Seguía soñando con lo mismo una y otra vez, un chico gritándole que no lo hiciera, que él lo haría para que se pudiese salvar. Todo era negro, solo esa voz desesperada para que no hiciese x cosa, que todavía, por suerte, ni había descubierto. Sus pies patearon las sábanas y mantas que cubrían su cuerpo, estas terminando en forma de ovillo sobre el suelo de forma alborotada... Se podía decir que el azabache de ojos esmeralda no se encontraba de buen humor, pero, ¿Quién lo estaría en un lunes frío a las seis de la mañana? Su mano fue a la mesita de luz que se encontraba junto a su gran cama, tanteando hasta encontrar con sus lentes de borde fino, redondo y de plata. Su vision se volvió clara una vez que las gafas llegaron a su tabique, posicionadas para que estuvieses a la altura perfecta por un pequeño toquecito del índice de Harry. Pasando su diestra por su oscuro y desordenado cabello, finalmente se levantó para dirigirse a la cocina y preparar el desayuno, le parecía raro que sus compañeros de departamento aun no se hubiesen levantado, especialmente Hermione, ella nunca llegaría a hacer algo o ir a un lugar tarde. Buscó unas cápsulas para la cafetera y fue preparando uno por uno los tres cafés que el trío necesitaría para... bueno, sobrevivir su día. Las tostadas saltaron luego de que pasasen un minuto dorándose, finalizando el pequeño y no muy bien preparado desayuno, el sueño era mas que notorio por lo que su pan ahora estaba quemado en vez de tostado. Ante el feo olor, se pudieron escuchar unos quejidos de asco femeninos, estos provenientes de su compañera de apartamento.
— ¿En serio? ¿Cagaste el desayuno de nuevo, pedazo de pelotudo? —
El grito de Ron se pudo haber escuchado hasta en Francia, era obvio que el pelirrojo era fanatico de la comida, y que si le arruinabas esta, pagarías las consecuencias.
