⋮ ≡ ，，(🗯) 𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐖𝐄 𝑩𝑳𝑬𝑬𝑫.
Donde Draco y Harry ambos son del mundo muggle y como consecuencia de un juego llamado Nerve se conocen mejor. Lo que no esperan es que de la misma forma en la que encontraron lo que pensaban que era una amis...
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Los días de clase en invierno eran los más aburridos. Especialmente las clases de Química con el profesor Snape, su voz monótona, el tema que nadie entendía y todos desaprobaban a causa del aburrimiento. Harry y Ron estaban prácticamente quedándose dormidos a las 8:48 AM, el primero por cansancio y el segundo por pereza. A ambos chicos se les cerraban los ojos, cayéndose en los brazos de Morfeo, o al menos hasta que un libro golpeó la mesa donde estaban sentados, dándoles un susto que casi les quita el alma de sus cuerpos.
—Detención por dormir en clase. Ambos.
Mientras que el azabache, el pelirrojo se quejaban internamente y su amiga rodaba los ojos, en el fondo un rubio y su grupo intentaban contener la risa ante aquella situación. Theodore Nott, quien se encontraba a la derecha de Draco, rió sin poder aguantarlo mas, sonando como un cerdo al retener tanto su risa. La cara de quienes lo rodeaban cambió inmediatamente, todos retomando la compostura para no recibir ningún tipo de castigo por culpa se su amigo. Snape llevó la mirada a esos estudiantes que sobresalían en su clase muy fijamente, solo para darse vuelta y seguir explicando ese aburrido tema que a nadie le interesaba.
Treinta minutos mas tarde la clase por fin había concluido, todos los estudiantes salían de sus salones y se encontraban en los pasillos, era un período libre de una hora hasta su siguiente clase, Historia con el profesor Binns, un hombre realmente viejo que ni notaba el comportamiento de sus alumnos mientras enseñaba. Malfoy y sus amigos se encontraban parados contra sus casilleros, dejando libros, charlando y riendo del acontecimiento que había ocurrido en la clase de Química.
— Dios, ese ruido que hiciste fue tremendo. —
Dijo Blaise mientras soltaba una carcajada, mirando a Theo y retorciéndose de la risa, inmediatamente Draco asintió, tentado de risa por aquel ruido gracioso que había soltado su amigo.
— Si nos agarraban te puedo jurar que te partía la cara en ese mismo momento. —
Dijo el rubio, mirándolo seriamente pero con una sonrisa, mostrándole que solo estaba jugando. Durante esta conversación no habían notado como Potter estaba escuchando, arrugando el papel que tenía en su majo derecha por enojo. Sin poder aguantarlo mas, fue hacia donde se encontraban el trío solo para empujar a Malfoy.
— ¡Sos un tarado, Malfoy! —
Le gritó mientras el chico se caía y golpeaba su espalda contra los casilleros. El ceño de Harry estaba fruncido, estaba más que enojado... Bueno, estaba hasta que notó las ojeras bajo esos ojos celestes casi grises, las mismas que él llevaba desde hacía ya un tiempo.
— ¿Qué me miras, pelotudo? —
Dijo cansado el chico pálido, levantándose y acomodando su ropa, ahora sacándole media cabeza al de lentes frente a él.
— La próxima que me toques te reviento. —
Dijo de nuevo el mismo en una voz grave, haciendo que el muchacho de ojos esmeralda soltase un bufido y se fuese a buscar a sus amigos.
Así eran todos los días, algo vergonzoso le pasaba a Harry o a cualquiera de sus amigos y los otros chicos se burlaban de ellos, causando una pelea. Usualmente conseguían un castigo ambos grupos, pero intentaban que esos encuentros fuesen fuera de la vista de los profesores para no estar mas horas dentro de la escuela por las detenciones.
