LUFFY MARINE

CAPITULO 27

CAPITULO 27

Escena retrospectiva

Luffy se puso en cuclillas al lado de Kizaru, este último le indicó al joven marine que lo siguiera mientras se escondía detrás de una pared. El almirante observó cómo el hombre que seguían avanzaba por el pasillo, sin darse cuenta de su presencia.

"Ahora, Luffy kun", comenzó Kizaru con una sonrisa torcida. "La clave para saber es el momento".

Luffy asintió con la cabeza, tomando nota de cada uno de los movimientos de Kizaru mientras sombreaban su objetivo a través del corredor, asegurándose de mantenerse fuera de la vista. Los dos se movieron más profundamente en la base hasta que el hombre se detuvo frente a una puerta de madera, buscando un manojo de llaves que colgaba de su cinturón.

"¿Recuerdas el plan Luffy kun?" Kizaru miró a Luffy.

"Sí, tío Borsalino", sonrió Luffy, esperando que el hombre abriera la puerta.

En el momento en que la puerta comenzó a crujir, hubo un destello de luz dirigido a sus ojos que cegó al hombre por un momento, haciendo que parpadeara. El hombre se volvió en la dirección del destello y vio la ventana abierta con el sol afuera. Encogiéndose de hombros, entró en la oficina antes de cerrar la puerta y caminar hacia su escritorio.

Suspirando, el hombre sacó la silla antes de sentarse pesadamente sobre ella, solo para sentir un dolor agudo y profundo en la espalda. Gritó de dolor cuando saltó de su silla, causando que algunas de las chinchetas se desprendieran de su trasero donde lo habían colocado en la silla momentos antes de sentarse.

"¡BORSALINO! ¡LUFFY! ¡DEJA DE PONER PULGADAS EN MI SILLA!" Sengoku rugió cuando los dos culpables salieron riéndose incontrolablemente de la habitación.

"¡Deja de enseñarle cosas inútiles Borsalino!" Sengoku les sacudió el puño cuando desaparecieron en el pasillo, soltando una carcajada mientras corrían.

"Malditos mocosos ..." Sengoku suspiró, sabiendo que no sería capaz de alcanzar su velocidad, resignándose como otra víctima de sus numerosas bromas.

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La neblina de la madrugada se disipó contra el barco que navegaba por el camino lechoso, empujado constantemente por un bote con forma de cuervo desde atrás. Usopp y Chopper se ocuparon a bordo bajo la supervisión de Nami para mantener el barco navegando constantemente a lo largo del camino. Pierre se quedó en una esquina, tratando de ser lo menos perturbador posible.

"¿Crees que Luffy está bien?" Chopper preguntó mientras apretaba una cuerda.

"¡Oh, estará bien! Él es nuestro futuro Almirante después de todo", se rió Usopp.

Nami se burló, "Una persona bastante irresponsable si me preguntas. Solo corriendo y corriendo solo y dejando a su tripulación valerse por sí mismos. Lo menos que podía hacer era enviar un mensaje".

"Bueno ... Fue arrestado después de todo ..." Usopp se encogió de hombros.

"Entonces es mejor que esa ciudad de oro contenga algo de oro para que tomemos todos los problemas que causó".

El sudor de Usopp y Chopper cayó ante las prioridades de Nami. Antes de que Usopp pudiera responder a eso, se escuchó el sonido distante de una bocina acercándose.

Los tres Sombreros de Paja y un pájaro se volvieron hacia el sonido para ver un rastro de nubes que se dirigía hacia el frente de su barco, formando un nuevo camino lechoso. Navegando en la cima del nuevo camino estaba Pagaya montando en un gran vaivén con Conis, su zorro mascota y una niña pequeña en la parte de atrás.