Niki era un adolescente con una vida normal cuando lo conoció por primera vez. Se conocieron en una cafetería, o mas bien, Niki lo vio primero.
Él se encontraba sentado tomando un café entes de dirigirse a su colegio donde tendría clases. Cursaba tercero de secundaria. Y no tenia distracciones, no hasta ese momento. Cuando levanto la mirada y juro ver a un pequeño angelito parado de costado en la caja al frente suyo.
Le llamo la atención lo pequeño y dulce que se veía, tan lindo con esa campera que le andaba algo grande.
En eso se dio la vuelta y cruzaron miradas. Se sintió morir al ver su dulce rostro, sus cachetitos redoditos, su pequeña nariz y esa hermosa sonrisa. Llevaba una gorra hacia atrás que permitía ver su frente, y eso lo hacia ver mas tierno a su parecer.
El pequeño angelito sacudió su mano en forma de saludo y él hizo lo mismo para luego mirar sobre su hombro, por si acaso el saludo no iba para él. Pero al girarse no encontró a nadie y volvió a mirar al angelito, quien le sonrió y se empezó a acercar.
Al ver que se dirigía hacia él, se puso nervioso. ¿A caso el angelito se sentaría con él?.
Y si, si lo hizo.
Se sentó en el asiento que se encontraba al frente suyo. Y dejo su mochila blanca a un lado.
–hola– saludo sonriendo –¿no te molesta cierto?– solo negó en respuesta.
¿Cómo le molestaría poder tener a alguien tan dulce frente a el?
–y...¿Estas en el colegio que esta a la vuelta?– solo asintió, y el pequeño frente a él soltó una risita y no puedo evitar contagiarse de esta –oh lo siento– se disculpo mientras se cubría con una mano –es que me resulta gracioso– y volvió a soltar una risita.
–aquí esta su pedido– dijo uno de los empleados llegando a su mesa.
–gracias– contesto el angelito con una sonrisa que el empleado correspondió para después marcharse.
El pequeño angelito tomó un poco de el café con leche que pidió y luego pregunto:
–¿y en que curso estas?–
–tercero– hablo por fin, ¿pero como podría haberlo hecho antes?, el angelito simplemente lo tenia maravillado.
–¿En serio?– pregunto algo sorprendido, a lo que solo asintió.
–¿Por?– pregunto tomando también de su café.
–oh no, solo pensé que estabas en cuarto o tal vez quinto– aclaro con otra de sus risitas –yo estoy en cuarto– menciono mientras volvía a tomar otro sorbo.
–¿En serio?– pregunta esta vez siendo el él sorprendido.
No sabia que le sorprendía mas, ser mas pequeño que el angelito, o que el angelito sea mayor que el pareciendo tan pequeño.
–si– contesto con otra risitas.
Mientras tomaban un poco más de sus cafés, el timbre de el colegio sonó. Era sorprendente como se lo podía escuchar por toda la cuadra.
Se levantaron y dejaron el dinero correspondiente. Y empezaron a caminar hacia el colegio.
Y en eso recordó algo que habían pasado por alto.
–Niki– le dijo con una sonrisa.
–¿Qué?– pregunto sin entender, hasta que pareció comprenderlo –oh ya, lo lamento... Taki un gusto– dijo extendiendo su mano, la cual acepto y luego estallaron en carcajadas.
¿Cómo pudieron haber olvidado algo tan básico como los nombres?
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El tiempo paso y se volvieron mas cercanos. Salvo por una cosa, Niki se había enamorado, lo supo desde la primera vez que lo vio. Y hoy era el día, hoy se le declararía.
Suspiro hondo y se dirigió a Taki, con los nervios por todo su sistema.
–¿Taki yo hablar contigo poder?– se encontraba tan nerviosos que no pudo evitar que las palabras se mezclaran al salir.
–¿Qué?– pregunto Taki mientras reía, Niki le resultaba simplemente una persona muy tierna.
Niki volvió a suspirar intentando controlarse, no encontraba las palabras para decirlo, así qué hizo lo primero que se le cruzó por la mente. Puso una rodilla en el piso y la otra la mantuvo doblada, mientras sostenía las manos de Taki sonriendo.
–Niki– pronunció sorprendido pero sonriendo –nos están mirando– mención mientras miraba al rededor donde los murmullos no tardaron en hacerse presente.
Y como no, se encontraban en pleno colegio y todos estaban mirando, algunos con ternura imaginando lo que pasaría y otros simplemente hacían muecas para después marcharse.
–no me importa– contesto –quiero que todos vean lo que estoy por hacer–.
Y los murmullos se volvieron a escuchar junto con unos "awwww" y "apurate apurate" de parte de algunas chicas.
Tomo aire y volvió a suspirar, era ahora o nunca.
–Taki– dijo mirándolo.
-Niki- dijo también mirándolo, solo que con las lagrimas se empezaban a formar en sus ojos.
–shhh, déjame hablar– pidió con una sonrisa, a lo que Taki solo asintió.
–Taki, hoy, aquí, en frente de todos, quiero decirte que te amo– comenzó y Taki no puedo evitar soltar sus lagrimas –te amo porqué desde el primer día que te vi me enamore de ti, de tu dulzura, tus ojos en los que me pierdo y me perdería por siempre, tus hermosos caches que quisiera pellizcar todos los días, y tu hermosa sonrisa. De tu alegría, de tu comportamiento, de cada uno de tus defectos, que para aclarar no creo que tengas– Taki solo negó sonriendo –y de todo lo que eres, porque eres un pequeño angelito, al cual quiero mirar y tener conmigo por siempre– tomó aire devuelta y lo miro con la mas sincera de las sonrisas –por eso y mucho más ¿quieres ser mi novio?–
Lagrimas, murmullos y grititos ahogados se escuchaban. Pero Taki era quien lloraba más.
–si, si si si si si si, claro que si– dijo con las lagrimas que seguían saliendo, pero con la mas grande de las sonrisas.
Y eso fue todo lo que necesitaba oír, se levanto y abrazo a Taki para luego empezar a dar vueltas –me haces el ser mas feliz del mundo– dijo sin contener sus propias lagrimas.
Posó su mano en el cachete del menor por estatura y le quito algunas lagrimas que después volvieron a salir, para luego acercase lentamente hasta sus labios.
Y lo hizo, lo beso.
Fue un beso dulce y tierno, pero sobre todo uno lleno de amor.
Y fue lo mejor que pudo haber echo en su vida. Se sintió en el cielo al probar los dulces labios del contrario. Se separó sonriendo – te amo– le dijo mientras sostenía sus cachetes, mas sus ojos estaban en los del contrario.
–yo también te amo– le contesto para después abrazarlo.
Se sentía feliz, una felicidad inigualable. Lo logro, logro tener al angelito que tanto adoraba. Y por el cual haría cualquier cosa.
Su pequeño angelito.
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Se volvieron una hermosa pareja, no tenían problemas, ni drama. Solo felicidad y amor.
Podías verlos y con solo ver como cruzaban miradas sabias que se amaban. Que se querían, que lo eran todo para el otro.
Un amor puro y sincero.
Hasta que llego el día, un día que se suponía el mejor de todos, pero termino por derrumbar todo y dejo solo dolor.
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IT HURT (Niki)
Short StoryNi una despedida. Ni un adiós. Ni un ultimo "te amo". Solo el dolor...