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Junto a Segis la molestia en su pecho parecía disminuir, incluso había momentos en los que la olvidaba por completo. Quizás fuese por la cercana amistad que mantenían prácticamente desde que puso un pie en la ciudad, tal vez porque él también estaba condenado. ¿Lo más probable? Ambas.

Quizás para otras personas su situación fuera absurda. Exagerada incluso, ambos morirían por la misma causa, quien diría que algo tan puro como el amor podría traer tanta desgracia, en una noche de copas ambos se confesaron, necesitando sincerarse con quien en otra vida bien podría ser su alma gemela.

El gallego fue el primero en hablar tras una breve pausa en la conversación, dijo con apenas un hilo de voz que su corazón se aceleraba cada vez que estaba con él hermano de Pablito, pero que un laberinto de gardenias en su interior impedía disfrutar su tonto enamoramiento que le recordaba su juventud. Después de eso le había dedicado una nerviosa mirada al otro García, temeroso de ser rechazado por quien consideraba su mejor amigo.

Con un suspiro, el ojiazul dio un trago a su bebida, a pesar de no gustarle mucho el alcohol esa noche había decidido tomar algo más fuerte que una copa de vino. Y con una sonrisa simpática que rozaba la melancolía contestó que su coraxom le pertenecía al chico de cresta con quien había compartido toda su vida hasta el momento, y que para su mala suerte un ruso de dos metro y un arbusto de crisantemos amarillos le arrebataron aqueyo que nunca fue suyo.

Y ambos rieron, desdichados y patéticos. Aliviados de tener a alguien que les comprendiera. Pará no arruinar la noche la conversación desvió a tópicos más alegres y comunes.

Desde entonces ambos eran más cercanos, algunos llegaron a sospechar que una nueva pareja se formaría entre ellos dos, ilusos de la razón de su cercanía era ninguna otra  más que la muerte inminente pisando sus talones y respirando en su cuello a cada paso que daban.

Y justamente era uno de esos días en los que estaban juntos en un intento vano de olvidar sus penas, el rubio descansaba su cabeza en e hombro del llamado follacabras, mientras este entrelazada sus dedos hablándole de los animales de su finca.

Ambos sumergidos en su burbuja de extraño compañerismo ignoraban la presencia de quienes eran los principales causantes de su desgracia.

— Sabes, he investigado un poco sobre todo esto. —Dijo el hombre de acento tan caracteristico mientras pasaba su brazo por la espalda del contrario, formando un medio abrazo. Extrañamente Gustabo no se alejó. — Al parecer no es tan doloroso como lo pintan, mueres antes por falta de aire o un infarto que por desangrarte —

—Eso es un alivio, no me gusta la idea de morir mientras siento un jodido arbusto saliendo de mi pecho por quien sabe cuanto tiempo. No es muy mi estilo que digamos. — El García mayor contestó con tranquilidad, tomando de su jugo mientras disfrutaba de la música del café en donde estaban.

Por su parte Horacio había entrado al lugar acompañado de su ahora novio; junto al otakku había seleccionado una mesa al azar para disfrutar de su cita. Aún no sabía cómo consiguió que aceptará ser su pareja, sin embargo obviamente no se quejaba.

Deslizó su mirada por el establecimiento mientras esperaba que Viktor tomará su orden, encontrando a la pareja de amigos y el aura íntima que emanaban en un rincón alejado de café, junto a la ventana. Una punsada de celos hizo doler su pecho al tiempo que se preguntaba la razón por la que Gustabo aceptaba mantener contacto físico con el gallego. Desde hacía unas semanas (más específicamente desde que comenzó a salir con VolkovGarcía negaba sus abrazos y besos. Verlo tan apegado a alguien que a penas conocía de hace unos meses mientras se alejaba de él habiendo pasado toda su vida juntos le dolía.

Desde hacía un tiempo había notado la curiosa dependencia de su mejor amigo hacia él, y sinceramente le gustaba. Habían profundizado en su relación y sabía que no podrían vivir felizmente sin el otro. Así que no entendía porqué le apartaba.

Volvió a la realidad al sentir como el ruso rozaba sus manos con timidez, le sonrió y dejó un suavemente un beso un beso en sus labios, a pesar de notar que ya no se emocionaba tanto ante estas muestras de cariño. No notaron como alguien sufría un ataque de toz.

— Puro joto aquí. — Gruñeron casi al mismo tiempo los gemelos mexicanos, quienes estaban en la fila del cajero para pegar los cafés que ordenaron para llevar.

 — Gruñeron casi al mismo tiempo los gemelos mexicanos, quienes estaban en la fila del cajero para pegar los cafés que ordenaron para llevar

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Escribir esto escuchando Le Festin fue toda una experiencia 🤧

También había olvidado este fic, soy un desastre JJASHGJADGH

Si ven errores avísenme xfa

Voy a meter tanto Segisplay como pueda aunque sea en bromance, porque amo a mis niños y los extraño muchísimo. Jamás voy a superar a Segis 😔😔😔

Recuerden hidratarse, dormir y comer bien. Usen gel antibacterial y mascarilla mis niños

Los tkm y se me cuidan muchito o les pego 👺🗡️💕

Bai 🤡🤘 

Crying Flowers - Perxiplay GTA RoleplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora