Small Talk (Niall H.)

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Lo primero que hago al despertar es voltear a ver al chico que me tiene abrazada entre sus brazos dándome cuenta de lo bello que es estando dormido, aún sin saber nada de él se siente como si estuviéramos echos para estar juntos.

No me quiero mover de aquí pero mis necesidades biológicas no me lo permiten más así que con mucho cuidado trato de moverme para poder salir de la cama, tratando de que él no despertara logro salir y me voy directo al baño que por intuición abro la única puerta que está en el cuarto encontrándome con el baño.
Al salir me dedico unos minutos a mirarlo, ver esa paz con la que duerme me hace querer volver a acostarme a un lado pero tengo tantas cosas que hacer que me pongo a colocarme el vestido azul con el que asistí a la fiesta de anoche, antes de salir veo que comienza a entrar el sol por la gran ventana y veo la hermosa vista que tengo ante mis ojos.
No sabía si debía dejar una nota de despedida o agradeciendo la buena noche que pasamos, o tal vez dejando mi número  de teléfono para volver a vernos, con esa duda en la cabeza solo se me ocurrió dejar una nota:
"Buenos Días, me hubiese encantado quedarme un momento más a tu lado pero no hubiese sido correcto llegar tarde al trabajo, espero volver a verte, fue una gran noche"

Y así sin poner mi nombre o número de teléfono quise dejarlo por la paz y salir del departamento.

Tan solo eran las 8 de la mañana cuando iba entrando al departamento que comparto con mi mejor amiga Alicia para darme una buena ducha e irme a trabajar, sin necesidad de buscar a Ali porque sabía que estaba trabajando ya que entra a las 8, me puse a hacer mis cosas.
Ya lista veo el reloj y tenía 15 minutos de sobra así que decidí en irme caminando, tal vez podría ayudarme a despejar un poco mi mente para sacar a ese chico de mi cabeza que no hace más que sacarme una sonrisa cada que pienso en él. Si que fue una buena noche.

Llegando al café donde trabajo me encuentro a Sofía mi compañera y también amiga, estaba limpiando las mesas al interior de la cafetería.

-Buenos días ___, ¿qué tal te fue en la fiesta de tu papá?- me preguntó dejando a un lado lo que hacía.
-Hola Sofi, la verdad tengo algo que contarte pero tendrá que ser después porque ya llegó Marcus- le dije mientras entraba a la cocina para colocar mis cosas. Marcus es el dueño de la cafetería, es un señor muy amable y con muy buen sentido del humor, tiene ya 64 años pero aún así sigue teniendo un alma muy joven, me encanta trabajar aquí porque sé que la cafetería es todo para el.

-No es justo, no me dirás hasta la hora de la comida y sabes que no me gusta quedarme con la duda- me dijo Sofia mientras me seguía y me hacía berrinche para que le contara.
-Buenos días niñas, listas para iniciar otra semana llena de trabajo?- llegó Marcus.
-Buenos días Marcus, ya está todo listo, abrimos en 5 minutos- dijo Sofia mientras se iba a abrir.
-Hola Marcus, como amaneciste?- le dije mientras le daba un abrazo.
-muy bien mi niña, entonces hoy solo trabajas medio día cierto?- me preguntaba mientras me colocaba el mandil.
-Así es, ya sabes que tengo que ir a ayudar a mis papás con la mudanza y muchas gracias por darme el permiso- le dije cuando me puse a colocar las sillas en su lugar.
-No te preocupes ___, siempre cuenta conmigo para cuando quieras faltar al trabajo - dijo mientras me sonreía amablemente.
-Igual sabes que no me gusta faltar, pero mis papás me matarían si no voy a ayudar- le dije cuando al parecer ya entraba el primer cliente.
-Bueno, te dejo para que trabajes, estaré en la cocina- se fue a la cocina mientras que Sofia atendía al cliente, al parecer era un joven muy apuesto a simple vista.

Llevaba puesta una camisa negra con los primeros botones desabrochados haciéndolo ver muy sexy, por esa razón Sofi corrió a atenderlo, no pierde el tiempo con los chicos.

Eran las 2 de la tarde, la hora en que nos tomábamos un receso para comer y seguir trabajando, solo que hoy después de comer iría a la casa de mis padres.