De repente sonó mi móvil, en aquel momento estaba haciendo unos ejercicios que nos había mandado el profesor de matemáticas después de hacer el examen, como ví que era Natalia obviamente lo descolgé.
-Rosa, por favor ayudame-la oí soñozar en el móvil.
-A ver Natalia, paso a paso, que ha pasado para que estes así, si hoy estabas contentísima.
-Lo siento Rosa, es verdad, me tengo que tranquilizarme-dijo ya mas tranquila- A ver, cuando esta tarde te he dicho que me había pasado algo raro al móvil, no te lo dije, pero lo que realmente había pasado, es que Marcos me había mandado un mensaje por Whatsapp diciendome, que gracias por todo lo que había echo por él, que era majísima y que todo eso le había servido para darse cuenta de que lo único que quería era estar conmigo.
-Pero eso es precioso Natalia-respondí yo- Yo pensaba que te había pasado algo malo, pero en realidad por lo que estabas llorando era por la emoción y la alegría que tenías dentro, ¿No?
- Claro-dijo- Pero para lo que te llamó es para que me ayudes, dice qe quiere quedar conmigo esta noche en su casa, porque está solo y quiere decirme todo lo que siente, ¿Qué debo hacer?
- Pues mira Natalia-empezé- Yo lo que haría, probablemente sería ir su casa, para ver las intenciones que tiene, porque si no, nunca lo sabrás.
-Ya-respondió-¿Pero si quiere ir más allá de lo que yo quiero?
-Te entiendo, pero tu y yo, le conocemos y sabemos que no es un chico que piense en eso-la aconsejé.
-Tienes razón Rosa, gracias-me dijo.
Escuché un grito.
-Natalia,¿Estás bien?
-Si,si-respondió-Es que me acabo de dar cuenta, de que él me ha dicho que quedaba conmigo a las ocho en punto y son menos cuarto, te dejo que no me da tiempo.
Antes de poder decir nada, me colgó.
Así era Natalia, siempre tan previsible, me reí para mis adentros.
-¡Rosa!-alguien gritó.
Supuse que sería mi madre, pero estaba equivocada, era mi hermana Clara. Mi hermana tenía Veinte años, era un poco mayor que yo, pero lo suficiente para poder más cosas. Clara era igualita que yo, ella tenía pelo rubio y los ojos azules, mientras que yo, tenía el pelo castaño y los ojos verdes, lo dicho, calcadas.
-Voy-respondí
Salí de mi habitación y me dirijí a la suya. Llamé a la puerta y me dijo que pasara.
-Ya sabes que no tienes que llamar-me dijo.
-Ya-respondí.
Pero última vez que pasé sin llamar, no fue mi agrado. Fue un viernes por la tarde, yo había quedado con Natalia para dar una vuelta y cuando se hizo tarde, cada una se fue a su casa.
Cuando llegué a casa la puerta estaba cerrada con llave cosa que me parecía raro, porque se había quedado mi hermana dentro, giré mi muñeca y abrí la puerta. Al entrar no escuché nada, pero según iba abanzando por el pasillo escuchaba más y más susurros, la habitación de mi hermana estaba al final del pasillo y cuando me dispuse a abrir me encontré a mi hermana, solo con la parte de arriba puesta y con un chico al lado, menos mal que estaba la sábana encima porque yo no quería saber nada más, con ver a mi hermana desnuda y la espalda del chico me bastaba. Después de ver eso cerré la puerta con cuidado y me dirijí a mi habitación, y teniendo en cuenta que el chico se fue cerca de las diez de la mañana, no creo que se hubieran dado cuenta de que yo había entrado en su habitación. El chico que no sabía quién era, más tarde lo presentó como su novio y dió la casualidad de que se llamaba Dani, como su mejor amigo.
-Bueno, lo que te iba a decir-empezó Clara- Mira Rosa, como mamá me ha dicho, que te vas a Australia y teniendo en cuenta, que he estado fuera estudiando, todo el año y no he hablado contigo, mamá me ha dejado llevarte al aeropuerto.
La verdad que no me entusiasmaba tanto la noticia, como a ella le parecía importar, pero sería mejor viaje que el que me diera mi madre, haciendo preguntas a cada cuál más comprometida.
Aquella noche no tenía ganas de cenar, asi que después de la noticia de Clara, me lavé los dientes y me fui a la cama.
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En la misma casa
FanficEsta historia trata de la vida de Rosa, que cambia conociendo a un chico (Ash) en un viaje a Australia.