3- Lágrimas de Nubes.

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Ese día, Mitsuki-San y yo, nos quedamos pasmados viéndonos el uno al otro. Había tanto que decir pero no salían las palabras.

En momentos que me parecieron enternos, al fin se movió. Todo asustado se apartó bruscamente.
Ahhh.... Hice algo mal? Sin decir palabra, solo balbuceos poco claros.
se apresuró a curar mi dedo y salir volando de la sala. Que decepción.

Me preguntaron por lo que pasó, pero simplemente respondí a medias, que explicación podría haber? El hecho de asustarlo con mi cara es razón suficiente para huir. Constantemente me han dicho que mi rostro hace enojar a la gente. No soportan verme, entonces siendo asi, continuo viendo al suelo.

El resto del día transcurrió sin más percances, distraída como andaba, poco recordaba el cruzar palabras con los demás. Mis ánimos se han ido al suelo. Una chica como yo... Queriendo  la luz de tal estrella... Inconcebible.

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Pasaron varias semanas desde que comencé a trabajar en la agencia.
Costura por aquí y por allá.
Haciendo pequeños recados, apoyando a Tsumugi todo lo posible.

No le había dirigido la palabra a Izumi-Senpai más que lo necesario, se notaba incómodo.
Parecía querer decirme algo pero no le dejé hacerlo. No quería escuchar sus disculpas, esas frases baratas ya las he oído cientas de veces, y lo peor es que han sido de mi.

Podría estar exagerando, una tormenta en un vaso de agua.
Pero mi corazón sigue dolido, no solo por Mitsuki-San, si no por todo lo que me sucedió después de que se graduará. Acaso no le importa saber que fue de mí en estos años?

Su último recuerdo de mi debió ser en la ceremonia de graduación, con mis largas trenzas, soltando lagrimitas y con la mayor de mis sonrisas.

Me ve de nuevo, toda pálida, con ojeras y notable baja de peso y no dice nada? No soy la misma Yumeka que conoció, no siente nada por verme así? Lo que hice por ti Senpai... Pero tú! ....

Deje mi aura negativa cuando escuché al presidente entrar a mi lugar sangrado, me hice experta en reconocer las pisadas de cada quien.
Escuché la puerta abrirse, pero yo seguí de rodillas, dibujando bocetos de los siguientes trajes. Tan convencida de mi idea, de no dejar que se me escapara, que olvide a Otoharu-San, el cual estuvo un rato detrás de mi.

-Ejem *tose falsamente* Amano-kun!
Siento interrumpir tu trabajo pero necesito decirte sobre un asunto importante. Tienes tiempo para mí?
Me enteré de algo y me gustaría que me aclares varios puntos... —

— Oh! Si si si! Tiempo para usted? Todo el que desee! Estoy a su disposición. Lo escucho! Que quiere que le diga? De que se trata? —
Dije mientras me levantaba y quitaba el polvo de mi falda.

— Primero que nada, ya veo que me hiciste caso, llevar uniforme o traje no es necesario para ti, puedes vestir como te guste! Tu falda rosa te queda bien. Bueno al punto...  Supe por varias fuentes confiables que también haces trajes para Yaotome Production.
Eso no está bien, que pasa ahí? No es un regaño. Como ya trabajas con nosotros no sería bueno que sigas trabajando con ellos. No somos enemigos, solo no nos llevamos bien—

— Uhhhh... Si es cierto! Pero no es lo que piensa! Ya llevaba un tiempo con  pocas entregas. Nada formal
No es nada serio, no son confiables y me han tratado mal. No pagan lo que vale mi esfuerzo! Me di cuenta cuando ví cuánto me pagan ustedes.
Sé que no soy famosa pero mis prendas tienen la misma calidad o superior de gente reconocida! Por mi orgullo como  diseñadora de Idolish...Iré ya mismo a terminar los lazos con ellos! Jamás tuve un contrato, entonces... solo espere! Lo voy a solucionar enseguida! —

Recordando cómo te conocí (IDOLISH 7) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora