5- Maybe...

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Cuando Tamaki-Kun apartó un mechón mío y lo paso a mi oreja, no pude hacer más que mirarlo.
Me miraba como nadie lo había hecho, me sentí feliz de que un chico como él se interesará en mi.

Entonces sucedió... Pero no como me lo imaginaba. Fue un beso en la comisura de mis labios. algo inocente e infantil. no se que esperaba. Tal vez estoy demasiado acostumbrada a los malos tratos que un casto beso como este no me hizo sentir bien.

–– Yume-Chii! Te ves muy linda con ese sonrojo en tu cara. No llores por favor, esa mirada... No la muestres a nadie... Ahora tengo que irme, estoy seguro que Sou-Chan vendrá por mí en cualquier momento. Nos vemos después! –– y se va, dejándome toda alborotada, con una presión en mi pecho incapaz de comprender.

Me limpie la cara con la manga de mi suéter y seguí con mis labores del día. Él es un estudiante, no puedo corromper a tal maravilloso muchacho. Trabaja en esto para encontrar a su hermana. No sere dejada de lado por algo así.

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Cuando seguía en la secundaria tuve que hacer trabajos de medio tiempo por mi mala situación económica.
Mis padres no me apoyarían en la carrera de diseño y harían lo posible para ver truncadas mis esperanzas.

Comencé a trabajar en una mansión como personal de limpieza pero más bien era como una maid para ellos.
Osaka? Si, el señor de la casa. A quien pude ver en contadas ocasiones.

En esa tormentosa noche, me mandaron a un encargo en medio de la noche. Al jefe se le ocurrió beber tarde y la botella que quería no la tenía así que debíamos conseguirla sea como sea. Por supuesto que la novata iría por ella en esa fuerte lluvia y debía regresar en menos de media hora.
Quise mandarlos por un tubo pero la paga sería mañana. Mejor me aguanto.

Antes de irme y montarme en la bicicleta, ví al joven Sougo venir corriendo hacia mi. Totalmente ansioso. Cuando lo pude ver bajo la luz de la luna, tenía un moretón en el ojo derecho y cojeaba de la otra pierna.

Me costó comprender cuando me pidió ayuda. El ruido de la lluvia no me dejaba oírle. Pero cuando ví que varios guardias venían por nosotros, supe que debía huir. No sé, pero mi estupidez me gano y me traje al heredero conmigo.

Tuvimos suerte de que el portón estuviera abierto, así que me monte a la bici y arranque lo más veloz posible.
Sus manos se aferraban a mi con fuerza, su cuerpo temblaba y no solo por el inminente frío. Pude sentir que tenía miedo y la única persona que podía ayudarlo era yo.

Emprendimos la huida, en las calles solitarias totalmente resbaladizas, me costó no irnos a estampar contra alguna pared. Escuché el ruido de los coches siguiéndonos. En un momento, perdí mis anteojos. Que podría ser peor? Que esos imbéciles nos dispararán! En serio? Al preciado hijo de la gran familia Osaka le disparan?

Mientras está escena digna de una película de Hollywood sucedía, la maldita rueda delantera se poncho y nos hizo detener nuestra aventura suicida. Estoy metiéndome en un enorme problema! Me acusaran de secuestrar al joven Sougo! Joder...

Seguimos para correr entre callejones.
Aunque no veía casi nada, supe que ya estábamos bastante lejos.
Oh! Llegamos a mi barrio...
Todo el tiempo lo estuve jalando de la mano, sujetándolo con seguridad para que estuviera confiado. Si ya había empezado esto, lo iba a terminar.

Llegamos a la casa de mi tía, obviamente vacía ya que ella nunca está. Nos vendrán a buscar en unas horas. Averiguar mi dirección no les costará pero quién me recuerda?
Esa es una ventaja para mí.

Recordando cómo te conocí (IDOLISH 7) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora