Pistas para LuHan [HunHan]

CAPITULO SEIS

PISTA SEIS: SYNTAX ERROR Ft. LOS DISTRAIDOS DE LA FAMILIA KIM.

— Ya era hora. Creí que jamás llegarías. — al escuchar la calmada y relajante voz de KyungSoo, Luan sonrió brillantemente al tiempo que pasaba al cálido hogar.

El bonito cantante se veía tan pacífico que LuHan lo agradeció internamente. Tranquilidad era lo que le hacía falta.

Era increíble cómo KyungSoo podía transmitir tanta seguridad con solo verlo. LuHan, siempre pensó que KyungSoo tenía un aura innata de padre perfecto que incluso hacía que las personas adultas como él, se sintieran seguras ante en su presencia.

— Lo lamento, Soo. Pero no me vas a creer cuando te diga que fui secuestrado por YiXing y el fastidioso de nuestro jefe para ir a ver su futura casa maravillosa. — trató de explicarse mientras el delicioso aroma de galletas de chocolate lo envolvió agradablemente.

— Tienes razón. No te creo. Solo dime que te quedaste dormido como se te ha hecho costumbre. — bromeó y LuHan soltó una risa.

Ambos chicos caminaron dentro de la residencia Kim hasta la cocina donde el calor y el aroma a masa dulce se volvían más intenso.

— ¡Hey, LuHan! Es bueno verte por aquí. — saludó JongIn con una de esas miradas y sonrisitas de chico encantador, que para nada le restaba impacto el hecho de que tenía todo su rostro manchado de harina.

— ¡Tío, Lu! — gritó el pequeño niño de seis años, de rasgos suaves, piel hermosamente bronceada y negros cabello que corrió con emoción hasta colgarse en sus piernas.

— Pero mira como ha crecido esta este hermoso rey ¡Te he extrañado mucho! — dijo mientras lo alzaba entre sus brazos. El niño soltó una de esas típicas y fantásticas risas infantiles que le encantaba. — También es bueno verte. — Se dirigió, esta vez al padre. — Aunque en realidad ayer trabajamos juntos... así que ya sabes, no es la gran cosa. — Jugueteó un poco, a lo que JongIn recibió con frescura.

— Entonces, ya que estas aquí iré a ponerme algo más abridor para ir al centro. Regreso enseguida. — aviso el más bajito de los tres. — Ven cariño, vamos a ponerte ese suéter de osito que tanto te gusta. — KyungSoo tomó DaeHyun de la mano antes de retirarse a su habitación.

LuHan asintió y JongIn clavó su intensa mirada en el trasero de su esposo como si quisiera apretujarlo o algo así, algo que no pasó desapercibido para el pequeño modelo.

En su miraba fácilmente podía ver cada pensamiento obsceno que cruzaba por la mente del moreno.

Qué horror.

— Eres un pervertido. — renegó.

— No tienes ningún derecho a reclamarme nada. Por si no lo sabes, tu querido noviecito es un pervertido de primera. Cara te hace falta para decirme esas cosas. — enfatizó su punto al apuntarlo con una de esas galletas de chocolate a medio comer moviéndola de un lado a otro frente a su rostro.

Extrañamente, lo que le pareció un agradable aroma dulce cuando llegó, comenzó a causarle unas desagradables náuseas.

— Aleja eso de mí. Es asqueroso. — JongIn hizo una mueca de niño ofendido, pero la masita dorada seguía casi pegada a su nariz.

Necesitaba aire.

— Para tu información, mi esposo hace las mejores galletas del mundo. Mal educado. — dijo sacándole la lengua. LuHan realmente lo intentó, pero los mareos fueron más intensos que su fuerza de voluntad y la primera arcada se sintió atascada en la garganta.

— ¡Oh cielos! No sabía que en realidad... ¡Perdóname! ¿Necesitas agua? ¡Claro que necesitas agua! — JongIn estaba entrando en pánico y sus rápidas vueltas dentro de la cocina no ayudaban a LuHan para nada.