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-Me gustas.

BeomGyu sonrió torpemente dejándose llevar por el momento.
Los labios de aquel seductor se posaron sobre los de él, uniéndose en un beso lento y un poco torpe.

Ambos cerraron sus ojos y dejaron que todo fluyera. Como el agua que se dirige sin rumbo por un río a una sola dirección, sin nadie que le diga a dónde ir.
Sus labios, siguieron el mismo destino, que aquellas moléculas líquidas compuesta con hidrógeno y oxígeno.

Uno estaba sobre el cuerpo contrario, ambos disfrutaban ese ambiente. Sus manos se encontraron y permitieron unirse.
Habían estado tan concentrados que se olvidaron de todo por un momento, realmente les relajaba estar de esa manera juntos y les hacia bien.

Cuando se separaron por unos segundos para respirar, aún tenían aquella cercanía. Ninguno se negaba a irse.

-¿Tu qué sientes por mí?.

-Yo...

El sonido bruso de gente correr, uniéndose ladridos caninos y el sonido de unas botas Riverline, pisando las hojas caídas de los árboles, los hizo ponerse alerta.
Así mismo,  el sonido de la voz de un hombre hablarles. Provocando que aquella pareja que se encontraba en el suelo, se pusiera de pie rápidamente.

-Este no es el sitio apropiado para dos jovencitos.

-Lo sentimos. Ya nos vamos.-TaeHyun hizo una reverencia disculpándose. Pues se había percatado de que era un oficial de policía, quien les había hablado. Este no estaba solo, sino que llevaba a su equipo e incluso, la guardia canina los acompañaba.

-¿No escucharon algo extraño?.

El dúo que aún se sostenía de las manos negó mirándose entre ellos. Pues realmente estaban muy concentrados en ellos mismos, que no se percataron de la situación.

-Escuchen. Este lugar es muy peligroso, no es apropiado para tener citas románticas.

-¿Qué sucedió?.

-El grito de una mujer. No es un bosque para hacer un lindo Picnic. Ya que algunos grupos de criminales, lo prefieren usar para su cacería de algo no muy lindo. Así que les recomiendo de que salgan de aquí, lo antes posible y que jamás regresen.

BeomGyu abrió sus ojos enormemente asustado, por lo cual rápidamente miró a TaeHyun.

-Sí oficial. Con su permiso. Nos retiramos.-De esta forma TaeHyun hizo una reverencia y caminaron rumbo a la carretera. Sabían que nadie iría, pues era un sitio no muy conocido.

-Tae... Tengo miedo. ¿Cómo vamos a regresar?.

-No lo sé.

-Suban, los llevaré a la ciudad.-Habló un segundo guardia, demostrando las llaves del vehículo.

BeomGyu no dudó en obedecer, mientras que TaeHyun simplemente le siguió. Aunque este último no confiaba en aquella persona que los llevaba a un lugar para que estuvieran a salvo.

Mientras que en los pensamientos de BeomGyu estaba en un conflicto mental. Pues... Le habían dicho que no confiara en nadie. ¿Por qué TaeHyun lo llevó a un sitio peligroso?. Con la excusa de decirle que lo amaba. ¿Todo era parte de un plan malévolo?, acaso, ¿él está involucrado en los asesinatos del bosque?.

-¿Podría dejarnos en esta calle por favor?.-El oficial asintió y se estacionó en el sitio que le dijeron.

BeomGyu había permanecido en silencio, tratando de unir todas las piezas de lo que ocurrió.

Al bajar del auto. TaeHyun con una linda sonrisa se despidió e hizo una reverencia, siendo formal con aquel adulto, del cual no confiaba para nada. Pues para él era extraño la manera en la que les pidieron que se retiraran de aquel sitio.

-Bien... ¿Nos vamos a tu casa?.

-¡No!. Iré yo solo a mi casa. ¡Sin ti!.-Dicho aquello un histérico Choi, corrió alejándose de aquel castaño.

De verdad, tenía un gran conflicto mental que no le permitía relajarse y estar tranquilo.

Corrió y corrió todo lo que sus piernas le permitieron llegar. Hasta detenerse al ver a su edificio. Rápido tomó el elevador donde soltó un suspiro. Al sentirse que estaba a salvo.

-No puede ser. No puede ser. ¿TaeHyun quería matarme?. ¡Pff! Por supuesto que no. ¡Él me ama! O ¿yo lo amo?.

Sus piernas no pudieron más y cayó al suelo. Justo en donde debía de haber hecho su parada. Miró las puertas abrirse y con tanta delicadeza. Como los primeros pasos de un venado o una jirafa, así de torpes. Iba temblando un poco.

Caminó de aquella manera por el pasillo, que se veía más oscuro de lo normal y justo al estar frente a su puerta. La abrió delicadamente.

-Llegué.-Susurró sin levantar la mirada. Ya que de verdad se sentía exhausto. Había corrido demasiado.

-Pudiste haber tomado un taxi tontito.

BeomGyu abrió sus ojos grandemente cuando escuchó aquella voz. Por lo cual levantó su cabeza con el fin de comprobar si era cierto o no.

Y efectivamente, tenía a un sonriente TaeHyun bebiendo un poco de té caliente sentado junto a la mesa.

-Tu madre salió con tu abuelo. Estamos solos.-Una pausa de unos cinco segundos realizó.-De nuevo.-Sonrió llevando su taza caliente a sus labios.

BeomGyu se sentía aterrorizado. Jamás lo había visto de esa forma. Tal vez se debía a que aún estaba asustado con lo que su mente le dijo.

-Tranquilo, ven y toma un poco de té. Te servirá.

BeomGyu se negó y caminó a su habitación, donde abrió algunos cajones sacando ropa de cada uno de ellos y dirigirse al baño.

-Tomaré una ducha. Me siento exhausto.

-Disfruta tu ducha. Estaré esperándote. Por cierto. No terminaste tu frase en el bosque y me has dejado en duda. ¿Qué era lo que querías decirme?.

BeomGyu recordó aquel momento, después del beso y asintió en cerrándose en el sanitario.

Despojó sus prendas y las tiró al suelo. Giró las manijas de la ducha esperando a que esta se llenara.
Quiso asegurarse de tener privacidad, por lo que colocó el seguro de la puerta y se adentró al agua caliente que le esperaba.

Estando desnudo con el agua abrazando su cuerpo, y colocar su cabeza sobre el azulejo que decoraba el baño. Soltó un suspiro cerrando sus ojos y pensar. ¿Qué sucedía realmente?.
Así mismo las palabras de aquella mujer anciana acerca de los colgantes poderosos se le vino a la mente. No sabía que hacer. Debía de haber una respuesta. ¿Pero cuál sería?.

-Me gustas.

-¡Ahh!

Aquel ruido. Hubo un grito femenino, se escuchó lejos de donde estábamos. Sin embargo TaeHyun rápidamente tomó la iniciativa de besarme. Acaso... ¿Él sabía que ocurría?.

Ahora que lo pienso... No he visto a Hitomi desde la última vez. No me ha mandado mensajes de texto ni llamado. ¿Qué ocurre?.

Los pensamientos de BeomGyu estaba abrumando su día, no lo dejaban en paz.

Sin embargo abrió sus ojos al escuchar golpes en la puerta del sanitario.

-¡Beom! ¡Soy yo!, voy a abrir.-Era TaeHyun que comenzaba a mover la cerradura de la puerta. Con la finalidad de entrar. Y al parecer lo había hecho sin tanto problema.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora