Capítulo 32

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GABRIELA

Hoy era el día en que le diría a mí familia todo lo de Alex. No había dormido bien y no solo fue por el dolor del oído, el cual me lo había buscado yo solita, sino que por nervios. Me pasé toda la noche pensando en cual podía ser la reacción de mí familia.

Sé de sobra que no les gustaba que hablasen de él, sobre todo porque hasta hace poco yo no lo permitía. Tampoco tenía idea de que era lo que pasaba por su cabeza que me había hecho, pero muy bueno no debía ser.

Sé que contaría con el apoyo de mi abuela, pero no quería que tuviese problemas con ellos por no habérselo dicho antes. Ella no sabía que hoy era el día en que se lo contaría todo a mí familia e iba a seguir así, al menos podría hacer que pusiese cara de sorpresa, si ella luego de que yo hable tiene intención de decir que lo sabía de antes, lo evitaré, cueste lo que me cueste, pero lo haré.

Eran las seis y media de la mañana y sé que no me iba a quedar a dormir, por lo que me levanté y me dirigí a la ducha para aclarar mis ideas. Tardé como una hora y algo más en arreglarme, más que nada porque iba lo más lento que podía ir.

Cuando bajé ya eran las ocho y media de la mañana lo cual no me sorprendió. Mis padres ya estaban levantados y les pareció raro que yo estuviese levantada tan temprano. Normalmente en fin de semana tardaba en levantarme, aunque tampoco demasiado debo decir.

"¿No es demasiado temprano para que estés levantada Gabriela?" preguntó mi madre y me encogí de hombros, porque lo era "Puede, pero no me podía quedar a dormir." admití "De eso nos pudimos dar cuenta teniendo en cuanta que te levantaste a las seis de la mañana. ¿Te duele el oído?"

"No, no es eso." aseguré "¿Había algo en especial que no te dejaba dormir?" preguntó mi madre y negué a pesar de que, sí que lo había "No, solo que estoy cansada de estar en casa mamá."

"Pero no puedes salir Gabriela, es lo mejor para recuperarte cuánto antes." respondió mi madre "Lo sé, pero eso no implica que no quiera salir mamá." aseguré "Gabriela, hazle caso a tu madre. Piensa que así te pondrás mejor antes." No lo creo. A pesar de que el oído no sangró desde ayer, me dolía lo suficiente, creo que incluso escuchaba algo menos de lo que lo hacía ayer, pero eso ya es problema mío por haber salido ayer.

"Lo haré, no os preocupéis." afirmé, lo último que quería hacer era preocuparlos. El resto de la mañana me la pasé en el estudio dibujando, me ayudaba más o menos a mantenerme distraída hasta que serían sobre las once de la mañana cuando aparece mí abuela por la puerta, no me había dado cuenta de que estaba ahí.

"Perdona por molestarte, no era mi intención." dijo la abuela entrando "No lo hiciste abuela, ¿cuándo llegasteis?" pregunté un poco confundida "Acabamos de llegar y tu madre me dijo que estabas aquí, por lo que vine a ver qué tal estabas."

"Estoy bien abuela." respondí "Me pareció raro que no contestases cuando te saludé antes. No sería raro que eso pasase si tuvieses los cascos, pero no los tienes." dijo, sospechando que algo me pasaba "Se puede decir que estoy bastante sorda que no me entero cuando me hablan." admití "Eso no es normal Gabriela." suspiró "No lo sé la verdad, pero en este momento me da un poco igual."

"No te debería dar igual. Deberías volver al médico para que te revise de nuevo." insistió "Abuela, el oído dejó de sangrarme, estoy bien." aseguré "No lo estás, y puedes tener por seguro que se lo diré a tu madre."

"Abuela, por favor no lo hagas." pedí "Lo tengo que hacer Gabriela." contestó y negué, porque realmente no lo tenía que hacer "No, no tienes por qué. Hazme el favor de no decírselo." supliqué "No se lo diré si me prometes que si esto sigue irás al médico a que te revise."

"Lo haré." dije "Promételo." hizo hincapié "Lo prometo abuela, de verdad." prometí "¿Ahora me vas a decir que es lo que te mantiene algo nerviosa?" preguntó y negué a pesar de que lo estaba "No lo estoy, ¿por qué lo dices?" cuestioné "Si no estás nerviosa algo te pasa. Te noto un poco tensa."

"No lo estoy, solo estoy pensando en que no me gusta cómo me está quedando el dibujo." desvié el tema "Eso te lo digo y ahora." Se acercó a donde estaba yo y se quedó mirando . Sabía de sobra que sí decía se lo iba a creer, soy de estresarse fácilmente. Siempre fui así y de pequeña me costaba controlarlos más que a nada, incluso ahora me costaba mucho controlarlos. Llevo siendo una persona muy nerviosa desde que recuerdo, pero eso empeoró cuando se empezaron a meter conmigo. Eso no ayudaba nada a controlar los nervios. Esto solo empeoró cuando Alex me dejó, aunque esto nadie lo sabe claro está. Ahora los controlaba algo más, pero tenía mis momentos complicados.

"Gabriela, si está precioso. No sé qué es lo que está mal para que te tenga tensa." admitió "Es esta parte abuela, no me convence." respondí lo cual era medio cierto "Si es la mejor del dibujo." rebatió y negué, porque no lo era ni de lejos "A mí no me convence, tengo que encontrar la manera de cambiarlo."

"Yo pienso que está bien, no es necesario que le hagas algo." insistió "Pero yo lo encuentro feo, no me gusta." afirmé "Bueno, no es necesario que te estreses por eso. Estoy segura de que encontraras la manera de quede como quieres." dejó finalmente "Eso espero, pero bajemos, mamá debe estar a punto de empezar a hacer la comida. A ver si me deja ayudarla."

"No creo que te deje, pero por intentarlo no pierdes nada." Dejé el lápiz en la mesa y salimos del estudio. Nos cruzamos con mis hermanos que se acababan de levantar, aún iban para desayunar. Estuvimos durante una hora hablando, bueno, yo no es que hablase demasiado, más que nada porque había momentos en los que no me enteraba de nada de lo que hablaban.

Quedaba poco para que la comida estuviese lista y mi oído dolía demasiado, casi llegando al punto de no soportarlo, ahora mismo lo estaba ignorando, no quería preocupar a nadie. Yo estaba en mi mundo hasta que mi hermana me toca el brazo para llamar mi atención.

"No te estás enterando de nada Gabriela." protestó María "La verdad es que no estoy prestando atención." admití "Pues creo que deberías prestar atención a lo que está diciendo papá."

"¿Qué pasa papá?" pregunté confundida "¿Tu recuerdas al gilipollas ese que te hizo daño?" cuestionó, y no tardé nada en tensarme de nuevo "¿A qué viene esta pregunta?" inquirí intentando mantener la calma "He escuchado que está en vuestra misma universidad. Me preguntaba si te has cruzado con él."

"¿Qué?" pregunté, pero más que nada porque no sabía de donde había sacado eso "Lo que oyes, pero por tu reacción puedo ver que no sabes nada. Como sepa que está ahí para volver a hacerte daño te juro que le partiré los dientes como debí haber hecho hace años." respondió, y sé que estaba hablando en serio "Tú no harás nada papá, no pienso dejar que te metas en líos por mí culpa. No me va a hacer nada."

"De eso no estamos seguros Gabriela, él es un capullo por todo lo que te hizo, y esta vez no me pienso quedar quieto esperando a que lo vuelva a hacer." aseguró "Papá..." empecé, pero en ese momento el dolor del oído aumento hasta el punto de que no me enteraba de nada. No oía nada. También noté como me mareaba y me faltaba el aire. Al final no sé qué coño pasó porque todo a mí alrededor se puso negro.

El Amor de mi Vida [Modificando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora