Capítulo 1

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Law le había llamado para reunirse en una isla cercana y él había aceptado, entusiasta como siempre. Lamentablemente, no contaba con que en su camino se cruzaría con una flota de la marina, entre el enfrentamiento y el escape había perdido un día entero.

Sin duda Law le recriminaría su tardanza, pero por suerte ya podía divisar la isla. Anclaron el Sunny en un sector poco vistoso y descendieron. Franky se ofreció a quedarse en el barco para asegurarse de que no hubiera resquicios de daños de su último enfrentamiento. El resto de la tripulación se fue al pueblo para abastecerse y él, por su parte, tomó la vivre card de Law y comenzó a caminar en la dirección que le indicaba.

Caminó cerca de 45 minutos cuando por fin divisó parte del llamativo submarino de los piratas de heart, sonrió ampliamente y apuró el paso.

—¡Ey, oso polar! —gritó alzando su mano al ver a Bepo en la parte más alta del submarino. Bepo se dio vuelta hacia donde oyó el grito, y al mismo tiempo notó como esa tan conocida cortina azul se expandía a su alrededor. Estaba por responder el saludo cuando el capitán de los "sombrero de paja" desapareció frente a sus ojos. Suspiró y bajó del submarino.

—Chicos, vámonos al pueblo, el capitán estará bien ahora —ordenó Bepo, los tripulantes se desperezaron y comenzaron a caminar—, lo dejo en tus manos Mugiwara —dijo aun sabiendo que el otro no lo escuchaba y se marchó junto a sus compañeros.

***

Dentro del submarino, precisamente dentro del camarote del capitán, Law besaba a Luffy con fiereza mientras le iba quitando la parte superior de su ropa. —¿Por qué tardaste tanto, Mugiwara-ya? —preguntó jadeante y volvió a besarle.

—La marina —jadeó Luffy—, la marina se cruzó en nuestro camino —respondió apresuradamente. Empujó a Law hacia la cama, le quitó la sudadera que traía puesta y sonrió con algo de malicia, como cuando está a punto de hacer una travesura, y pasó su lengua lentamente sobre uno de los pezones de Law mientras que con una de sus manos le acarició la entrepierna —Realmente estas necesitado, Torao— dijo para luego soltar su característica risa.

—Mi... ¡ah!... mi... —Las caricias de Luffy, en los puntos exactos que le hacían enloquecer de placer, no le dejaban armar una oración coherente—, mi celo comenzó hace tres días —volvió a jadear— llevo esperando por ti tres putos días.

—Debió ser una tortura, ¿verdad? —preguntó mientras bajaba lentamente la cremallera del pantalón de Law y le besaba una vez más en los labios— ¿no te tocaste mientras esperabas?

—¿Estás loco? Claro que lo hice, pero no fue suficiente —Luffy sonrió y descendió para introducir el miembro de Law en su boca y comenzar a darle algo de atención mientras terminaba de deshacerse de los pantalones del médico.

—Podrías haberme esperado sin ropa —paseó su lengua por toda la extensión. Law le miró hacia abajo y sonrió con astucia.

—Sé lo mucho que te gusta quitármela—Luffy sonrió de vuelta, acarició sus glúteos y los tomó con ambas manos para separarles un poco y pasó su lengua lentamente por el medio, sacándole un sonoro jadeo a su pareja—, maldito, lo estás haciendo lento a propósito.

—Sí —volvió a repetir la acción con la misma lentitud—, dime qué es lo que quieres que haga, Torao.

—Mugi... Mugiwara... ah... ah... —apretó las mantas de su cama con las manos y arqueó su espalda por la desesperación.

—No te escucho —dijo Luffy con la misma sonrisa traviesa de hace un rato mientras jugaba con los testículos del mayor— ¿Qué quieres, Torao? —Law le miró con los ojos cristalinos y la respiración jadeante.

Cuestión de orgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora