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— ¿Cómo te trata Mew, Gulf? — preguntó Win, estaba sentado en el sillón de la ventana, Gulf no lo había dejado acercarse al nido, ni siquiera un metro de la cama, pero lo había dejado tomar su mano de lejos, estirando su brazo a más no poder para saludarlo.

No era por su parte humana, su lobo se sentía incómodo y raro, ese espacio era personal y exclusivo de una persona en particular y no era el castaño, no quería alterar el olor ni el orden de este.

Así que había tomado distancia, se había acomodado lejos, Gulf permaneció en la cama, dentro del nido, abrazando una almohada, mientras mantenía una conversación en un tono normal que no coincidía del todo con su actitud insistiva de autoprotección.

— Él es un ángel conmigo — murmuró — ¿Nunca... has encontrado a alguien que sabe exactamente qué hacer y  qué decirte, para hacerte sentir bien?

Win sonrío con los labios apretados, asintiendo.

— Algo así, Gulf. Me alegro que te esté cuidando bien.

— Él es muy agradable también...— continúa hablando, sus ojitos están perdidos en el exterior de la ventana, donde una pareja de pájaros jugar y se perseguían, haciéndolos sonreír.—. Es como las cantidades justas de consideración, amor, cuidado, amabilidad y... Humor, humor de mierda veces, y el intento hacer un pervertido de vez en cuando pero es de lo más inocente del mundo.— rió.

— ¿Pervertido?

— Es que... Hizo un chiste de que la tenía grande, pero le dices que es lindo y ya se pone todo rojo y avergonzado. — Gulf rió en un tono agudo y seno como un alegre balbuceo de bebé.

Win sonrío también, aunque por dentro quería abofetear a ambos y decirles que se casaron de una puta vez.

— En serio me pregunto, Win... Por qué no lo conocí antes — el tono de Gulf había cambiado uno melancólico. — Antes de esto... Antes de Kao... Y quizás así no me sienta culpable.

— ¿Culpable de que?

Gulf se removió en la cama y buscó las palabras por un momento porque no podía decir simplemente “Porque me gusta más de lo que me gustaba Kao” porque le parecía que quedaba mal.

— Hace tres días de que Kao no está, y lo amo y lo amo, Win, aún lo amo... Y Mew es completamente diferente incomparable a él pero, considerando la mierda que me siento por dentro, él puede hacerme sentir mejor, mejor de lo que Kao me hizo sentir en su momento... Y creo que lo quiero, Win... Pero no puedo hacerle esto a Kao, porque él no se lo merece porque no hizo nada malo y yo... Siento que lo estoy traicionando cada vez se que lo recuerdo y estoy con Mew a mi lado... ¿Entiendes?

Win viva su mejor amigo en una seria encrucijada, y era su parte humano, con su fuerte concepción de lealtad y gran amor que sentía hacia Kao quién lo hace sentirse así.

Kao nunca había sido en verdad una mala persona, fue quien lo había ayudado a salir de una familia disfuncional, le había dado la confianza de las palabras de amor que nunca había recibido de pequeño, y había sido siempre fiel, lo amaba sinceramente y lo había cuidado bien, como todos, tenía sus errores, como su concepción alfista-pero-no-tanto de dejarlo en casa y convencelo con palabras amables de que no estudiará, y trabajará de algo que no sea ser ama de casa, lejos de eso, hacía de esa casa un hogar, lo hacía tener un lugar y algo que amar.

No eran en verdad muy cariñosos, ni muy melosos, el mayor efecto que demostraban en público tomarse de las manos o un pequeño beso sí estaban muy emocionados o muy ebrios, pero según lo que decían, eran sus formas, nunca los habían juzgado.

No eran definición de un amor enorme y especial, único y perfecto,  no eran como esas parejas de las películas románticas y por eso siempre supieron que no eran predestinados, pero funcionaban bien juntos, eran un excelente equipo e igual se amaba.

Our Last DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora