Las lesiones, que el ataque anterior había dejado huella en el santuario y en sus guardianes, empezaba a quedar sepultadas con el reciente ataque de los felinos, y con ello incrementaba la confianza y la unión de las fuerzas protectoras del Santuario en Athena.
Saori se recuperaba en sus aposentos siendo atendida personalmente por Shion, Shaina y Marin; la pelimorada había resultado con el pie levemente torcido y con un leve chichón en la frente, al intentar ayudar a su Patriarca. Las Santas de Plata se encontraban en la cabaña que Shion les había asignado, teniendo frecuentes visitas por Kanon, Shun y Hyoga, y siendo complacidas por las habilidosas manos de Tauro en la cocina. Ikki y Shyriu hacían visitas menos frecuentes, y con objetivos más específicos, pero cuando llegaban a toparse con alguien más casualmente respondían "estoy de paso" o daban algún recado que el patriarca o Saori necesitaran informar a los que pasaban mayor tiempo ahí, relevando en muchas ocasiones al aprendiz pelinaranja de Mu, que solo bufaba molesto ante los serviciales santos. Pero en cuanto a lo demás, las reparaciones se habían hecho presentes nuevamente en el Santuario, tristemente la sala de capricornio había resultado dañada, y con ella la estatua de la Diosa....
Kuro solo pudo sentirse levemente culpable por la estatua que el anterior santo veneraba con tanto orgullo -palabras de Shyriu- pero no habría podido detener el avance sin tener daños colaterales, o arriesgar aún más la vida Aidee, su pierna derecha se encontraba cubierta por yeso, su caída escandalosa dentro de esa pequeña cárcel, le había dejado un recuerdo que tardaría por lo menos un par de meses en sanar. Pero aun así la pelirosa, necesitaba retomar sus actividades.
-Kuro, deberías estar descansando- la voz del León de la cuarta casa, resonó en un eco. La santa se encontraba apoyada en un pilar, la poca movilidad de su pie le hacían necesitar un poco de ayuda, pero su indecisión la había llevado a posarse frente a la estatua que tenía fracturas por todos lados; la santa noparecía escucharlo, sus recuerdos aun divagaban en las primeras persona que vio al despertar.
"había sido la primera en levantarse, se levantó de golpe, asustando al patriarca que descansaba en la silla frente. El solo atino a levantarse y caminar apresurado a ella - es bueno verte despierta -
El tacto suave del patriarca sobre su cabeza, y el pesado sentir de sus cabellos atrapados en un coleta baja fueron sus primeras preocupaciones resueltas; estaba viva, y habían logrado derrotar al León negro. Su pierna le dolía sí, pero tenía algo que evitaba que la moviera, una explicación breve fue la respuesta de Shion -Te rompiste la pierna, te pusieron un yeso -
-¿y las demás? - Su garganta ardía, y la sensación aplastante en su pecho abrumaban por completo sus pensamientos, no recordaba demasiado, sus recuerdos parecían cortados - ¿Mis hermanas?-
-Están bien, aun no despiertan- continuo el patriarca sentándose en la orilla del acolchonado. Kuro estaba segura que se dormiría con los mimos de Shion en su cabeza, pero los movimientos en las camas de a lado, detuvieron al Patriarca. Sus hermanas de empezaban a levantar. El grito de cáncer, y que esta brincara desde su cama a la de la pelirosa habían marcado el momento.
-Kuro, por favor nunca dejes de ser la indecisa de mi vida - murmuro la castaña de cáncer, jalando a la de cabellos rosas a ella, rodeo su cuello, soltó múltiples lágrimas, descargando sus temores en su hermana -Joder, lo único que podía pensar era en que haría si me hacías falta. Por favor nunca dejes de fastidiarme-
-prometo nunca dejar de fastidiarte la vida- murmuro, correspondiendo el abrazo de la canceriana que no deja de sollozar en su hombro.
ESTÁS LEYENDO
Santas Doradas [Pausada]
FanfictionHolas, yo de regreso. Esta historia se encuentra pausada por la escuela. 11 de septiembre del 2021