9. Felinos 2/3

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Como habían acordado todos en la noche anterior, las cosas seguirían como hasta el momento. Las actividades de los Santos pertenecientes al Santuario, continuarían como hasta el momento, sin alguna detención.

La cabeza de la santa de Piscis, divagaba en los recuerdos del Santo de escorpio y el equipaje de la chica que ahora se encontraría "descansando en su casa". Se encontraba sentada, en las escaleras de la entrada de una de las cabañas donde vivían los aprendices, su respiración era tranquila, y los movimientos en su mano dibujando algunos corazones sobre la tierra con ayuda de una pequeña barrita, sí que era temprano y los pequeños se encontraban en el comedor, al igual que casi todo el mundo esa mañana. Pero ella no encontraba razones para ir a desayunar,

Tanta era su preocupación que no percato e la manzana que extendía el caballero de escorpio en su dirección, ni cuando este se sentó a su lado.

-¿linda mañana, no?- cuestiono el peli azul, esperando que la chica aceptara su manzana

Sin pensar mucho, su respuesta, la joven contesto ignorando por completo con quien hablaba - linda, si no estuviera ella.-

-¿de qué hablas Athziri?- continúo el chico, enarcando una ceja, mientras miraba a la chica.

Abrió los ojos en par y tan grandes, que causaron gracia al peli azul, que por intuición, acerco sus manos y jalo un poco de las mejillas de la chica.

-¿Desde cuándo estas acá? ¿Qué haz odio?- dirigió su pie a sus garabatos en el suelo, borrándolos de manera frenética. Poniéndose de pie.

-no mucho, unos 15 minutos tal vez - respondió el joven -y sobre lo que escuchando, la verdad solo te has quejado de "ella"-

-¡¿Qué he dicho!?- comento asustada pegando su cuerpo al respaldo de la escalera- o dios mío que vergüenza...

-te vez tierna sonrojada- comento el chico, poniéndose de pie, y lanzándole una manzana a la cabeza de la joven - nos veremos más tarde-

...

Por su parte Yasmin se encontraban revisando una pequeña herida de una de las aprendices a las que enseñaba.

-listo, solo debes descansar. Regresaras a los entrenamientos en unos días. - Comento la chica acariciando sus cabellos - ahora ve a descansar-

La joven asintió y se fue, las santas de plata dieron un par de entrenamientos antes de irse, para probar a las chicas, y eso al parecer emociono a todos. Y se encontraba en donde podría llamarse enfermería, contaba con las cosas básicas, una camilla y quedaba en el área de amazonas, terminaba atendiendo a varias personas en el día, en los momentos en que las aspirantes debían cumplir con sus demás obligaciones, acomodo sus cabellos en una coleta, y fuertes pasos corriendo dentro de la pequeña casa, alertaron a la chica. Hyoga y Shyriu traían a Seiya, lo acostaron con brutalidad sobre la camilla, y este solo se quejó del golpe.

-¿qué le paso? - pregunto la castaña, acercándose al de ojos cafés.

-me estoy muriendo por tu falta de atención.- comento este sentándose entre las sábanas blancas y cruzando los pies jalando a la chica para sentarla sobre los mismos.

La risa de Hyoga y Shyriu hacia la cara roja de la chica, y su notable nerviosismo que ocasionaba el chico que mantenía una sonrisa traviesa.

Antes de que la chica reprochara, una fuerte ola de cosmos estallo cerca de ahí, las paredes temblaron un poco, y su corazón pasó de un acelerado por los nervios a un acelerado por el miedo. Los cuatro salieron.

-tengo que checar a mis aprendices- murmuro la joven, dejando parado a los caballeros.

Seiya tomo rumbo al ala del patriarca, Hyoga y Shyriu necesitaban asegurarse de otras cosas antes.

Santas Doradas [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora