Poemas ~ De Vida Y Muerte ~

Pierrot

Estos pensamientos no tienen orden
Uno tras otro y otro repitiendo la misma cosa
«¿Por qué estoy viviendo?»
Aburridas preguntás por una vida sin chispa
Sí, me pregunto a menudo qué es la muerte y si es realmente tan hermosa como la siento a veces.
«¿Quiero morir?» «No lo sé».
Pero tan sólo basta un segundo de vacilación para despedirte del sueño eterno, aunque solo sea prolongado otro tanto...
Para los muertos que se van tan repentinamente y para los vivos que desean lamer la gota del veneno mortal
Ni una sola cosa se puede alcanzar con tan solo el deseo de conseguirlo
«¿Por qué tenemos pelear?» «¿Con qué propósito?»
Realmente nadie lo sabe, nadie se a tomado la molestia preguntárselo a él...
Si viviese toda la vida que me queda sólo esperando a morir para ser libre, ¿entonces por qué no hacerlo ahora?
«Familia» «Familia» «Familia»
Sí, algo tan condenado a destruirte como salvarte... Pero realmente ¿qué es la salvación?
Enterrado en la oscuridad como una semilla en la tierra tan sólo capaz de sentirse vivo cuando ve el mundo através de esas luces, tan hermosamente único y cálido.
«Ah, yo también... quiero sentirme vivo».
Pero; sin importar nuestro deseo los que nacimos como figuras de repuesto para hacer resaltar esas vivaces luces no podemos siquiera intentar hacer valer nuestra mera existencia, no somos nada, no ... somos menos que nada. Al punto de poder desaparecer sin crear una tormenta en el desierto.
Por alguna razón incluso sabiéndolo no puedo cambiar mi existir, una autobiografía mal escrita sobre papel gastado y descolorido que se va tiñendo de gris ocre, no puedo cambiarlo, el curso que toma mi vida.
«Esta bien así». «¿Seguro?»
Es como un mal chiste contado por un Pierrot muriéndose por llamar la atención. Un muñeco sin cuerdas no debería moverse ni tener el deseo de soñar con algo mejor, sí, no debería querer vivir. Entonces me pregunto porque será que aún me niego a aceptar la realidad...
Con tantas pensamientos desordenados en mi mente no puedo encontrar una respuesta, no, de hecho dudo que existiese alguna, con el corazón afligido asustado de dejar de latir por voluntad propia algún día de esos, me vuelvo a cuestionar si no sería mejor hacerlo ahora; pero...
«¿Realmente quiero morir?»

—Iris R.