La Duquesa y Amalia .

23 6 4
                                    

Me desperté antes que Atalia, encendí una vela me acerque a la ventana y sentí el frió de la mañana. di un pequeño suspiro, la mire tan linda mientras ella dormía dije en un susurro " lo siento por tu madre, la opción que tenia era asesinar a tu hermana y a ti, pero mi hermana no quiso dejarme la corona después que me quito a mi prometido". toque su cabello color castaño y recordé aquellos ojos color azul cielo, es tan hermosa pero su belleza me opaca. por donde vamos ella siempre llama la atención de cualquier hombre como una mujerzuela, me acerque al tocador tomando papel y me puse a escribir tal vez serian mis ultimas palabras terminando deje aquella nota abajo de mi almohada, me dirigí al armario, para después abrir aquellas puertas grandes hechas de roble, saque el mejor vestido comencé a arreglarme y cuando  había terminado, el plan que se repetía en mi mente " es envenenar a Amalia". así podría manipular a Atalia a mi manera y poder gobernar lo que me pertenece. 

Lo que nunca imagine era que todo se iba terminar, Atalia al fin seria libre y la corona que tanto había deseado se convertiría en sangre.

Salí  de la habitación trate de hacer el menor ruido posible,  camine por los angostos pasillos el frió se apoderaba de mi cuerpo, sentí como si algo me observaba apresure mis pasos hasta llegar a la cocina y tome un cuchillo de un cajón, pude ver mi rostro reflejado en el cuchillo. segura de que podía  asesinar Amalia, salí de la cocina para dirigirme a buscarla. Camine por cada rincón pero no podía encontrarla, recordé que el único lugar que no revise fue la sala donde guardan las coronas. llegue y la mire sentada con la corona puesta divagando, sonriendo como una asesina. escondí el cuchillo por que al final mi plan siempre fue asesinarla, ella me miro como si de una cucaracha se tratara comento " Deseas mi corona?", dije "la única corona que deseo es la de Atalia, tu solo llegaras hacer su sirvienta", se notaba su enojo y me acerque poco a poco dije " y tu madre ?", con un tono de burla claro estaba que no sabia que sucedió con ella. cuando estaba enfrente de ella se quito la corona sosteniéndola muy fuerte pregunto mirando la corona "¿Que sucedió con mi madre?", la mire respondiendo "como hoy morirás te diré la verdad, tu madre era mi hermana. la dama preferida, un día de otoño la nombraron acendrado y mi prometido se enamoro de ella, a las semanas se casaron y fueron nombrados emperadores después de un año tuvieron gemelas  en un ataque de celos por codiciar el trono mande asesinar a todos los herederos y en ese momento actuales emperadores. mucha de mi familia murió, esa noche en medio del caos fui personalmente asesinarlas, entre a su casa tomando una vela que se encontraba en una de las mesas, provocando un incendio. miraba como todo ardía, lo que había deseado se destruía en minutos, salí de esa casa pensando que al día siguiente seria nombrada emperatriz pero no paso por que su madre las pudo sacar del incendio, murió después de ello y me encontraron culpable, mi castigo fue el exilio y cuidar de Atalia hasta que tuviera 15 años en ese tiempo la trate como esclava  con tanto odio que duraba una semana sin comer o encerrada en un pozo, de ti solo me entere que a los 6 años te vendieron como esposa al duque Ricci pero el te tomo como hija rodeada de lujos." 

Saque el cuchillo para matarla pero con la corona comenzó a golpearme sin dejar que me defendiera sentía como se encajaba en mi cuerpo, mis gritos inundaban la sala mientras mi sangre salpicaba la habitación, " déjame ir " le pedía a gritos, comento " Reconoce a la verdadera emperatriz ", sus lagrimas caían en mi rostro pero solo dije " Alabada sea nuestra acendrado Atalia, lealtad a la emperatriz" , tomo la corona y la encajo en mi cuello acabando con mi vida pero moría feliz por que Atalia no iba a sufrir mas en mis manos. 


La nota decía :

"Atalia espero que en esta vida o en las siguientes me perdones por los crímenes que cometí, espero encuentres la felicidad y me disculpes por no asistir a la revelación de acendrados pero hoy sera mi muerte ." 

La emperatriz AtaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora