La emperatriz Atalia

La condesa..

Tiro de un cordón he hizo que se abriera las paredes o eso parecía, me presento mi verdadero cuarto y puso un vestido blanco de princesa en la cama, tiene encajes de oro en la parte de abajo y en la cola esta es algo larga, el corsé tiene encaje de oro, sus mangas hermosas de encaje sin mostrar mi piel, sin dudar lo puse mientras la condesa llamo a las sirvientas , el sirviente se retiró. cuando llegaron las sirvientas ajustaron mi corsé casi no respiraba pero me sentí muy linda, me senté frente al tocador y mire como pusieron a calentar un fierro delgado con el fuego de una veladora para después pintar mi rostro muy poco solo resaltan mis labios, cepillaba mi cabello mientras ellas admiraban mi belleza o eso daban a entender después de un momento comenzaron a peinar mi cabello, una sirvienta me pregunto "¿Cómo te llamas?". esa pregunta golpeo mi corazón, no tengo nombre...mire a la condesa para saber qué decir pero ni ella sabía cómo reaccionar así que por unos minutos de silencio decidí que mi nombre seria "Atalía". respondí "Mi nombre es Atalía lavin ". tal vez pasaron horas pero habían terminado el peinado, en todo el tiempo que estuvimos ahí la condesa no cambió su vestido a otro más elegante y tampoco llenó su cuello de joyas costosas, su piel de porcelana se miraba bien cuidada, sus ojos color celeste y su voz tan cálida, no importaba sus arrugas . se acercó a mí y puso alrededor de mi cuello un collar de oro y cuelga de él un diamante azul claro tan hermoso como el cielo, tiene las iniciales de mi familia . mire al espejo para ver como quedo y mire a la condesa llorar...entre lágrimas dijo "Debes gobernar es lo mejor, nosotros vendremos o tu iras pero no pierdas esta oportunidad ". Tomo mi brazo bruscamente, se acerco a mi oído y susurro "No dejare que gobiernes, eres una huérfana y mi hija Shanon de gran prestigio podrá tener ayuda de todos".  Mi corazón latía fuerte, no espere que la condesa dijera eso. la mire a los ojos tratando de entender si en verdad es ella ..las sirvientas se fueron pero ella no dudo, no tuve tiempo de como racionar seguía en un trance, sentí como golpeo mis mejillas en múltiples bofetadas, mis lagrimas están cayendo. tuvo pena de mi o tal vez le gustaba verme así, limpie mis lagrimas mientras dijo "Nunca me agradaste al igual que tu madre ". guarde silencio por respeto, sentí que debía golpearla pero ni siquiera conocí a mi madre; la condesa me encontró en una canasta de manzanas y ella por lastima me crió pero como si fuera una sirviente, me golpearon peor que aun criado, no recuerdo la mayor parte de mi infancia pero pensaba que la condesa me quería cuando ella solo me trajo hasta aquí para venderme al rey ...