Tres

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Aideen Brown

-se que varios ya ansían subir de categoría, y por esta misma razón les diré la llave para abrir las puertas.

Yo miraba a la señora sobre el escenario cada vez más espantada y al ver a Amos y a Dashmiel también los ví así.
Dashmiel había dejado de escribir y miraba al escenario con la libreta abierta en una malo y el lápiz en la otra mano.
Amos solo observaba hacia el frente totalmente serio.

-tienen que pasar la prueba que se les hará cada vez que se piense que están listos, según la prueba podrían promoverlos o destituirlos, la prueba se les da cuando se siente un progreso con ustedes.

La señora viejo su mirada a todos y note que se quedó viendo al fondo.
A la zona de los infiernos.

-recuerden lo que hicieron y piensen siempre, en su categoría está la gente como ustedes, piensen muy bien antes de hacer amigos.

¿La gente como yo?
Volví a ver a Amos y a Dashmiel, notando como este último lleno de indignación regreso su mirada a la libreta y se notó la fuerza que aplicó a sus dientes.
Además que Amos cerro las manos en puños.

- ahora a la salida habrá 5 maestros de cada zona, ellos les darán sus horarios, traten de no perderlos.

Cuando ella elevó sus manos en signo de haber terminado de hablar se hizo un silencio grande.
Y después los del Cielo empezaron a aplaudir .
Pero solo ellos.

-voy a tomar lo que dijo como un insulto.- se quejo Dashmiel.

Amos solo suspiro.

-no sé si debas.- dije.- no hicimos mucho mal, ¿No? Estamos en purgatorio.

-¿Que habitación eres Brown?-me dijo Dashmiel y lo noté muy serio.

-B7.

-yo soy C7.- dijo Dashmiel.- yo estoy más cerca de irme al infierno.

Dashmiel se levantó dispuesto a irse.

-creo que si deberías pensar más en hablar conmigo.-sentencio mirándome resentido.

Dicho esto se fue.

-si lo conoces poco a poco será mejor.- dijo Amos.- será mejor que valla con el.

Y también se fue.
Decidí levantarme y seguirlos.
Cuando llegue afuera y mire a los maestros me encontré con la señora Miller.
Me le acerque y ella sonrió.

-¿Me dices tu nombre?- pregunto.

-Aideen Brown.- dije.

Ella sacó un lector de códigos para pasarlo por mi pulsera, me dió una hoja y me sonrió como despedida.

-inicia con tus clases de las 12, en tu habitación estarán tus útiles y tu horario.

-Gracias señora Miller.

Revise a mi alrededor y gracias a la acumulación de gente no podía encontrar a Dashmiel ni a Amos.
Resignada me fui a mi edificio a revisar mis cosas para las clases.
Al menos es lo suficiente.

Amos.
Fui con Dashmiel tratando de calmarlo, se que Aideen no hizo nada pero el no lo tomara así.

-¡Dashmiel!- le llamé en lo que llegaba con el quedando frente al maestro.- hey, viejo, ¿puedes calmarte?

-digame su nombre.-dijo el maestro, haciendo que Dashmiel no pudiera responderme.- y trate de llamar a su amigo de una manera más adecuada.

Mire al maestro y sentí lo estúpido de su petición, no lo insulte ni nada.

Asesinos De DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora