⬭. ֶָ֪ 𝗘𝘅𝗮𝗴𝗴𝗲𝗿𝗮𝘁𝗲𝗱 𝗗𝗮𝗱

𝙰𝚕𝚙𝚑𝚊 𝙳𝚊𝚍

—¡Levántate osito de mi corazon!— Jongho se despertó confundido, tallo sus ojitos y observó a su padre.

—Hoy no tengo clases— Balbuceó con cansancio— Es a Wooyoung a quien debes levantar— Soltó un pequeño bostezo.

—¿Ah sí?— Jongho asintio—¡Song Wooyoung levántate!¡Ya son las diez de la mañana! Sigue durmiendo osito.

El pelirrojo sonrió, su papá era un poco -bastante- torpe que no lograba memorizar los horarios de sus hijos es más ni el suyo, pues hasta él iba tarde a su trabajo. Pero tampoco lo culpaba, era un alfa que aún no se acostumbraba a la ausencia de una omega que lo había dejado con sus dos cachorros, no estaba familiarizado a la crianza.

Song Mingi había sido abandonado por su omega cuando sus dos hijos tenían cuatro y tres años, Wooyoung quien era alfa y Jongho quien era omega. Pero eso no implicaba que no se divirtieran los tres con las ocurrencias del alfa mayor gracias a eso pudieron ignorar y sobrellevar la falta de una esposa y una madre.

Se levantó de la cama y salió de la habitación para ayudarle a su papá con el desayuno, ya no quería otra visita de los bomberos o mudarse de nuevo.

—Papá— Mingi volteó, el omega soltó una pequeña carcajada al ver a su padre con harina en su rostro— La harina va dentro del tazón no en tu rostro.

—Bueno posiblemente no supe cómo abrir empaque— Jongho negó.

—Existen las tijeras por algo— Señaló el objeto—¿Hoy no trabajas?

—Con suerte y si no Yunho me dice— El pequeño lobo del omega comenzo a mover su cola con emoción al escuchar el nombre del alfa—¿Sucede algo?

—No— Murmuró—¿Te ayudo?

—Te lo imploro— El teléfono de la casa sonó y poco después alguien atendió.

—Papá es Yunho— Aviso su otro hijo, Wooyoung.

—Te agradecería muchísimo que terminarás el desayuno— El omega asintio pero por su mente solo estaba pensando en aquel alfa de cabello rosa que era secretario de su papá.

Una sonrisa tonta se mostró cuando recordó el día que lo conoció. Como casi siempre que no tenía clases él se iba con su papá a su trabajo, porque el alfa le preocupaba dejarlo solo, en ese entonces él tenía quince y el alfa aún no era secretario sino que apenas iba a conseguir el trabajo, lo miró y algo dentro de él se emocionó a penas el aroma del alfa llegó a él. Por supuesto que después de enterarse por su propio padre que aquel alfa desconocido era su nuevo secretario él decidió que ya no haría berrinches para no ir, sino que haría berrinches para ir.

—¡Papá, Jongho está raro!¡Y está soltando muchas feromonas!— El menor sacudió su cabeza, miro a su hermano.

—Te odio, por eso San no te hace caso— El alfa frunció el ceño.

—Eso es pasarse, ojalá repruebes.

—¡Papá, Wooyoung me está molestando!

—¡Wooyoung deja de molestarlo!— El pelinegro bufó.

Jongho sonrió y siguió haciendo el desayuno y que así estuviera listo para su tonto hermano. Cuando termino su papá decidió terminar su llamada y entrar a desayunar.

—Jonggie ¿Te molesta ir conmigo al trabajo?— Nuevamente se emocionó, asintio efusivo extrañando a su padre y a su hermano, bueno a este no tanto.

—Papá no se te hace raro que Jongho siempre quiera acompañarte hasta cuándo tiene clases— Jongho miro a su hermano.

—Papá, Wooyoung reprobó— Contraatacó. Uno de los panqueques de Wooyoung termino en el rostro del menor y después uno de los de Mingi en el rostro de Wooyoung dejando afuera a Jongho quien los veía divertido. Reviso la hora en el reloj que estaba en la pared y casi se ahoga con sus jugo de manzana.