Capitulo 2

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A la mañana siguiente me levante con un mal que ni el mismo hércules podría soportar. Todo mi cuerpo no podía levantarse del dolor, en especial mis piernas, que como bien saben, ayer, fue un día tremendo, pero lo que de alguna forma me alegra y me ayuda a estar tranquilo es que hoy día es domingo, un día de descanso para la mayoría de los plebeyos como yo. Me levando con cuidado y me tomo una ducha fría para poder tensionar los músculos y estar mucho más relajado.

A las 2 de la tarde me puse dispuesto a dar un pequeño paseo por el parque, "el único parque en kilómetros realmente", para dar una mirada al cielo, que pareciera como si estuviera en el mismo paraíso de los que todos los cristianos hablan, cabe resaltar que soy creyente del mismo, pero hay veces en que me pregunto cómo sería tal sitio o que sería estar muerto. Minutos luego de haber caminado al parque, me siento en unos de los bancos del sitio para luego recostarme como si estuviera a punto de abandonar el mundo. Con mi cabeza casi tocando el piso, con la mirada del mundo de cabeza veo un par de bolsitas de chocolates, encima del pasto, donde la pequeña flor es tapada por el envoltorio del chocolate, marchitándose sin tener los rayos solares que dan la vida a lo que es diminuto, pero que son un implemento maravilloso para nuestra vida. Dispuesto a levantarme veo unas piernas algo delgadas, pero no lo suficiente como para que el viento se lo lleve, sino con una ternura que hace catalogar nuestras piernas como... basura. Sin pensarlo dos veces, mi mano empezó a moverse con vida propia, acercándose a lo que muchos llaman "la puerta de la vida luego de la muerte", lo cual no sé exactamente lo que estoy pensando en este instante, pero, al tocarlas, siento como si estuviera tocando nubes, me levanto del asiento flotando, flotando mucho, mucho, pero mucho más arriba que 12 pisos, pero justo antes de que mi cuerpo entrara a la nube, no solo mi palma este tocándola, empiezo a bajar rápidamente, cayendo desde muchos pies de altura y estrellándome contra el piso, que solo me afecta a mi rostro la mayor parte del impacto, despertando así, volviendo a la realidad con una bolsa de basura en mi cara y escuchando un grito de una chica pidiendo ayuda, me levanto rápido y toda la basura car en mi ropa. Levanto mi mirada a la chica, parecería que hubiera ángeles a sus costados, ya que estaba rodeada por un rayo de luz, con una cara de vergüenza, me da otro bolsazo más noqueándome en el banco, mientras caigo como si estuviera en cámara lenta, veo como el ángel caído empieza a preocuparse y acercarse a mí para comprobar que estuviera bien.... «Caigo en un vacío extremo con una completa oscuridad»

¡¡Desta!! - Una voz como si proviniera de otro cuarto.

¡¡Dispia!!! - la voz empieza a acercarse más y más.

¡¡Despierta!!! - la voz de una chica muy preocupada que me hace levantar de un salto.

Veo a la chica que estaba llorando y pidiendo perdón ya que pensaba que me había muerto, lo cual... estuve apunto por el cabezazo con el concreto, pero aún así, llorando, se veía muy hermosa, su pequeña coleta que finalizaba justo en sus hombros, con su pequeño cabello suelto terminando en el mismo lugar, con unos ojos marrones que te hacen entrar hipnotizado junto a sus hermosos labios de color rojo, acompañado de los reflejos de las lágrimas, te dan unas ganas de acercarte y quedarte a su lado por siempre. En lo que muevo un momento mi cabeza para evitar mostrar la baba de la boca, veo a un señor con un palo que en el final tiene un foco que muestra cómo funciona unos pequeños juguetes para los niños. El cansancio me hizo alucinar mucho, más de lo que comúnmente me pongo a pensar de las cosas. Tan pronto como me di cuenta de lo que había hecho, me disculpe inmediatamente y le explique que eran los efectos del cansancio, pero que aun así estaba muy mal al realizar tal cosa. No esperaba que aceptara la disculpa, pero con la condición de ayudarla a limpiar una playa que está completamente sucia. Obvio que por tal acto, acepte que sí, ya que era algo muy descortés no hacer lo.

Nos dirigimos con sus demás compañeros a un auto grande, donde en un lado había varias bolsas de basura, por un momento creí que me iban a secuestrar y que me iban a partir en pedacitos para luego venderme en alguna parte de la ciudad. Aunque sus caras y forma de vestir, no se parecieran a unos asesinos, aun así, mejor prevenir que lamentar dicen muchos, pero no preste atención al caso. Llegamos alrededor de las 5 de la tarde, ya las personas en la playa se estaban yendo, se veia como todo estaba casi sin personas en el entorno, todo estaba completamente hermoso, con la caída del sol, pero había algo que se notaba a la vista y disgustaba bastante, que dañaba con solo verlo, los desperdicios incrustados en toda la playa, botellas, bolsas, taperes de tecnopor, vidrios y varios desperdicios de dulces y comidas que estaban todas regadas en todas partes de toda la vista. Desearía que estuvieran en el lugar donde estoy yo, un sitio completamente hermoso, bello e incluso mayor a esas palabras pero que es horriblemente desperdiciado con la basura del alrededor. Con solo ver todo esto, me dio una flojera tremenda de hacerlo, pero como hice una promesa y porque era la única forma de pagar lo que hice, tuve que.

Terminamos alrededor de las 9 de la noche, y más el viaje, que nos tardaríamos 2 horas, como siempre yo, llegando a mi casa para solo caer en sueño en mi cama. Pero en el transcurso de la regresada entendí algo sumamente claro, el porqué de que ella siempre estaba recogiendo la basura de los otros, porque cuando terminamos de limpiar toda la playa, hubo un ambiente completamente, la vista, era fabulosa no pueden imaginar lo magnifico del plano. Mientras volvíamos, en el carro, conocí mejor a la chica, que se llamaba Marta, según me contó, que por el arte de querer ayudar al planeta, está fue humillada muchas veces, pero que no le importaba, que a pesar de todo esto, ella seguía mirando en alto, y estar con las personas que quiere y que quieren ayudar a nuestro planeta, nuestro hogar.

No dormí mucho esa noche por querer pensar en cómo podía ayudar también a marta.

Travesía de amor con la contaminación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora