Chapter Five

6 3 0
                                        

Sam había salido a buscar una taza de café para poder mantenerse despierto. La noche anterior no había podido dormir debido a que Evan se había desmayado por unos segundos y los médicos decidieron hacerle exámenes para descartar que no tuviese algún daño cerebral que le estuviese causando desmayos.

El pálido chico se encontraba descansando tranquilamente en su camilla cuando al oír la puerta abrirse se dio la vuelta, ya que estaba de espaldas a la puerta, esperando encontrarse con Mike o con Sam que pero su expresión serena cambió a una llena de terror y palideció dramáticamente al ver a su padrastro, quien le sonreía burlonamente y se acercaba a él a paso lento, como una bestia apunto de atacar a su presa. Cuando se posiciono a un lado de su cama, habló haciendo que una corriente eléctrica y un sudor frió recorriera toda la columna de Evan.

-Pense a esta hora estarías muerto con la golpiza que te di pero fue un sorpresa cuando llamaron del hospital diciendo que el pequeño Evan estaba hospitalizado. Eres fuerte, sabandija,muérete de una vez.-expreso con odio Andrew, su padrastro. No era la primera vez que le hablaba así pero que le dijera que su intención era matarlo hizo que se quedara en shock. Decidió dejar de lado su miedo para poder enfrentarlo, tal vez así lo dejaría en paz.

-¿Porque viniste? Si tu preocupación es que hable con la policía tranquilo, no tengo la intención de hacerlo, asi que déjame en paz.-dijo eso con la mayor firmeza que pudo aunque su voz tembló a medida que las palabras salían de su boca.

Un gran ardor en su mejilla hizo que dejara de lloriquear por dentro, supo que había recibido una cachetada. No pudo ni apoyar su mano en su cara intentando calmar el ardor, porque ya tenía a aquel hombre sobre él, intentando estrangularlo con el brazo en su cuello. El ojiverde intentaba safarse dando patadas al aire y rasguñando el brazo de Andrew para que este lo soltara, sus pulmones ardían por la falta de oxígeno, su vista se nublaba y sentía una fuerte presión en su cabeza.

Iba a morir ahí y no tenia duda de eso.

Como si la vida le estuviese dando una segunda -en realidad una tercera- oportunidad de vivir, antes que todo el oxígeno de sus pulmones se fuera logro ver como la puerta se volvía a abrir. Escuchó el estallido de la taza que traía Sam en sus manos cuando esta cayó al suelo, haciéndose añicos y salpicando aquel líquido por todo el suelo. El menor no logro ver que sucedió pero cuando logro liberarse cayó hacia el otro lado de la camilla, intentaba que el aire volviera a sus pulmones y tosía en busca de volver a respirar con normalidad, levantó la vista encontrándose con una verdadera pelea.

Sam le daba golpes en las costillas a Andrew mientras que este último intentaba bloquear sus golpes. Cuando su padrastro logró darle un golpe al castaño fue cuando Evan comenzó a gritar en busca de ayuda.

Muchas enfermeras de acercaron rápidamente a la habitación con personas de seguridad que separaron Sam y a Andrew, el cual tenía muchas cortadas en su rostro a deferencia de su salvador que solo estaba algo despeinado y agitado por la situación.

Luego de que los guardias del hospital se llevasen a Andrew a la estación de policía por agresión, Evan estaba un poco mas tranquilo. Se encontraba de vuelta en su camilla pero sabía que le debía una explicación a Sam, quién se encontraba sentado en el borde de la camilla, acariciando la espalda del menor que se encontraba acostado.                                                                                   

Sam se moría de ganas de hacer muchas preguntas pero no podía hacerlas, a no ser que el pelirrubio se lo dijera.

Ambos estaban muy inquietos, el silencio de la habitación hacia que el ambiente fuese todavía mas tenso de lo que era.

-Gracias por salvarme de nuevo, y me disculpo por que tuviste que revivir ese golpe.-expreso el menor con un hilo de voz y se limpio con el puño de su playera la lágrima que estaba cayendo por su mejilla derecha. Eso hizo que el corazón del mayor se estrujase aún más, no podía entender como un ser humano podía llegar a herir tanto a otro. Quería moler a golpes al hombre que había ahorcado a Evan.

-No hay de qué y tranquilo, es solo un golpe, ya no me duele. ¿Tú cómo estás?¿Te duele la cabeza?.- preguntó a lo que el menor negó, haciendo que un mechón de cabello dejara ver los moretones violetas en su cuello, que apenas se estaban formando, debido a la fuerza con la que había sido atacado. Las lágrimas del pequeño Evan caían a mares por sus mejillas, se sentía atemorizado por la simple idea que lo que sucedió podía volver a pasar.

Sentía que todos los años de abusos que había sufrido y no había derramado una sola lágrima se habían juntado en ese momento.

Estaba avergonzado por romper en llanto frente al mayor pero ya no era algo que pudiese controlar.

Le dolía, todo le dolía.

Los recuerdos de cuando era niño y empezaba a revivir los primeros golpes. Todos esos años en los que estuvo callado y también fue ignorado porque no solo era su padrastro quien le causaba dolor sino también su madre, la mujer que lo trajo al mundo también lo maltrataba. Lo hacía sentir la peor basura del mundo e ignoraba cuando su esposo lo golpeó brutalmente, cuando le quebró las costillas o cuando le corto la pierna con una navaja, dejando una cicatriz que todavía tenia en su pierna izquierda.

Sintió unos cálidos brazos que lo envolvieron, que lo hicieron sentir protegido. No era como los abrazos que le daba Mike, ese era uno que le decía que nunca lo dejaría.

Lloró en el pecho del mayor hasta que se quedó sin lágrimas, o eso era lo que parecía. Cuando se separaron lo miró al mayor y vió como también tenía los ojos cristalizados.

En ese momento se sintió mucho mas cerca de Sam y decidió que era momento de contarle. Por primera vez iba a contarle a alguien su sufrimiento.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 14, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora