Luego de la tarde divertida que pasaron en la heladería, Amy, al darse cuenta de lo mal que le iba a Jimin y a Meran en gramática del idioma que estudiaban, les propuso que planearan días específicos para aprender, ya que tener más práctica también le podía resultar provechoso, Saery se unió, pensando en su gusto por enseñar y que Amy sóla no soportaría las dudas espontaneas de Meran, por lo que Jungkook y Taehyung dijeron que les serviría y Tae incluso comentó que le gustaría invitar a un amigo más para los exámenes de fin de semestre, a lo que Amy insistió en que no le enseñaría a nadie contra el reloj, así que o pronto o nunca, Taehyung se fué con la promesa de conversarlo con su amigo aunque Jimin advirtió que ya eran varios y se haría más y más complicado, Saery envuelta en el estado de ánimo de ayudar a almas desventuradas al ver la alegría de los demás cada vez que entendían una nueva frase, insistió en que sólo repetirían los mismos contenidos y se reforzaría, "Quizá ni siquiera le guste la forma en que tomamos los contenidos, pero yo no voy a negarle la oportunidad de un grupo de estudio a alguien que lo quiera aceptar" dijo firmemente, a lo que Amy apoyó y Jimin tuvo que aceptar, aunque parecía estar incómodo con la invitación que había mencionado Taehyung, intuyendo de quién se trataba.
Luego de el helado y las tareas, el grupo se despidió emocionado y alegre, Saery pensó que había sido una tarde provechosa, y el animo de todos junto a sus curiosas ideas le habían levantado el ánimo.
Mientras la chica se dirigía a su casa recibió un mensaje de Amy, uno que le sorprendió "Creo que ya sé porqué Jimin se negó a que Tae invitase a otro amigo, saqué cuentas, y si es amigo de Taehyung, es posible que sea amigo de Jimin y Jungkook, ¿no? No creo que sea uno de los mayores que ya conocimos, entonces... Que tal si es el malandrín?" Saery se aterró, tuvo la sensación de que iba a pisar un peldaño inexitente y un pequeño lapsus de vertigo atacó su cabeza con ese pensamiento, si era Hoseok estaban en problemas, aún no lo conocía... comenzó a unir posibilidades ella misma y llegó a una conclusión inesperada "espera un momento, Hoseok, ¿no es el otro chico que estaba con ellos?, ¿el de la ventana? ¿Lo llaman Hobi?" luego de repetir esas frases en su cabeza un par de veces se dió cuenta de que siempre eran 3, o 4 si estaba Jin, pero recordó que son nueve amigos según mencionó Jimin, así que lo descartó completamente porque la imagen mental que tenía del tal Hoseok era la de un Yakuza japonés con espada de madera como siempre mostraban en las caricaturas, amenazando a todos con una voz ronca, fumando cigarrillos escondido en los baños y seguramente no lo había visto porque siempre se saltaba clases, probablemente ya estaba expulsado y por eso no lo habían vuelto a mencionar, algo preocupada se fue a casa ideando como preguntarle a Taehyung al día siguiente en la escuela sin ser demasiado invasiva
A la mañana siguiente estaba Amy esperándola en la entrada como siempre y Taehyung a su lado, conversando, en cuanto la vio llegar le pidió su bolso para ir al aula, a Saery aún le parecía extraño y pensó en negarse pero Amy parecía de bastante buen humor y Taehyung hizo la moción para pedírselo de forma tan natural que casi se veía como que no le molestaba "¿Entonces estaban preocupadas de que fuese Hoseok?" Saery tragó mal saliva y tosió con la sorpresa del comentario repentino "claro que sí, no quiero un criminal escolar fuera de clases con tantas chicas" respondió Amy como si nada dirigiendose a Taehyung, mientras ella no podía recuperarse y su garganta aún ardía "Estás bien Ery? Tae dijo que el chico es Jin, es de un grado más alto, pero está seguro de que su material no sólo está a mi nivel, si no que también me servirá para estudiar, ¿no es genial?" "JIN" Saery respiró ante la impresión y su garganta volvió a arder llamando la atención de ambos mientras caminaban delante de ella "deberías ir a beber algo yo llevo tu bolso así que te esperamos en el aula, ¿que dices?" mencionó Tae con notoria curiosidad, Saery hizo un gesto para que siguieran su camino y alzó el pulgar para mostrar que les haría caso "si la verdad lo habían mencionado antes, pero nunca lo he visto" comentó Amy mientras iban a la escalera y fué lo último que Saery alcanzó a captar de la conversación de sus amigos mientras ella se dirigía a los bebederos apresurada, sintiendo la incomodidad de no querer toser curvandose completamente para aliviar la comezón.
Llegó cubriéndose la boca al bebedero, y cuando fué a presionar el botón alguien lo hizo antes así que sólo se dedicó a beber para aclarar la comezón sin ver quién era "Tu rostro estaba muy rojo, ¿estás bien?" y ahí estaba, nuevamente respiró rápido al sorprenderse, se apartó del bebedero y tuvo que toser con fuerza todo el esfuerzo se fue por el caño y se sonrojó mucho más al escuchar y reconocer de inmediato al dueño de esa voz, se dió una palmada mental por que definitivamente se alegró de más por algo demasiado mundano como que la había ayudado y levantó lentamente el rostro frente a un pañuelo, disfrutando cada centímetro que cubrían sus ojos hasta llegar al cuadro que más le llamaba la atención, su cabello rubio brillando bajo el sol de la mañana, "uhm, ¿vas a tomar el pañuelo?" se sobresaltó ya que definitivamente se había quedado viéndolo más de lo que debía, esa costumbre de quedarse viendo a la gente le iba a traer problemas "ahm, si... ¡si! Perdón, uh, gracias, gracias por... todo" susurró mientras intentaba aún aclarar su garganta.
El alto soltó un suspiro "¡creí que no me habías reconocido! Señorita Duar" dijo en tono solemne casi como si se dirigiera a alguien muy respetable "¿como ha estado?" su sonrojo incrementó mientras intentaba secarse el rostro con el pañuelo, se hizo a un lado para desocupar el bebedero y luego de una reverencia retomó su camino a los salones con él en sus talones "Hey hey, ¡no te vayas! ¡Te prometo que no muerdo!" dijo juguetonamente mientras la seguía, entonceshizo una pausa "bueno no fuerte" susurró casi en un gruñido con un tono socarrón a lo que la chica se volteó con expresión indignada inmediatamente "¿¡Quién te crees que eres para hablarme así!?" espetó seriamente y el chico rió con ambas manos en frente en un gesto de que no buscaba pelea "lo siento, es sólo que me di cuenta de que, si te hablo suavemente, casi no conversas, pero si te indigno, veo a la real tu, y ella si es divertida" dijo mientras reía haciendo enfadar aún mas a la chica quién no calló nada "No sé a qué te refieres, respecto a tu pañuelo, te lo devuelvo mañana, luego de lavarlo" dijo y se volteó de nuevo "no por favor! Dámelo, así puedo tenerte cerca todo el día" dijo el chico riendo y Saery se detuvo dándole la espalda para ocultar su notoria incomodidad, sentía una extraña indignación "cree que puede tomar algo tuyo, así como así? Quién se cree este hijo de...?" escuchaba esa voz de nuevo en su cabeza entonces, recordó la conversación con las chicas en el baño, y sus comentarios de que esa voz podía ser su omega intentando salir y que realmente él lo hacía hablar, a demás no podía evitar pensar que él mismo le estaba coqueteando descaradamente, así que respiró hondo y con algo de valor decidió seguirle el juego y dejar a su voz interna hablar, pero cuidando sus palabras "¿Que estás diciendo? ¿Para qué querrías ese pañuelo? ¿Eres un pervertido o algo así?" cuestionó mientras lo intentaba perderlo, pero el chico la seguía y ella tampoco caminaba velozmente "¡Oh no!, no pervertido, soy un... ¡científico!, y quiero usar ese ADN para clonarte, así su amiga no se siente sola cuando te tenga a mi lado" ella lo miró atónita "Por qué estaría a tu lado" dijo casi susurrando "Pues no lo sé, ¿no quieres?" Dijo agachándose sólo un poco para quedar a la altura de sus ojos y verla de frente, la chica se tensó y lo miró con los ojos bien abiertos "Bueno, no respondas, sé que aquí te reprimes, Jimin también lo dijo, pero si quieres, nos vemos en la sala de artes luego de clases, sólo tu, ¿ok?" dijo el chico antes de retirarse con un suave "Nos vemos" Como si estuviese seguro de que iría, mientras la chica no pudo evitar avergonzarse por estarlo sopesando.
