Lo nuevo, lo viejo y lo que no se dijo de Cold Little Heart
¿2da temporada? de Cold Little Heart, esta historia NO ES MIA y tampoco tengo el permiso de la autora seducebycurls en ao3 solo la estoy subiendo para poder leerla bien, ( no lo hago con ma...
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"¿Abel?" Caín se quitó la chaqueta, "¿Abel?"
Abel salió disparado de la cocina, "¿hola? Caín, hola, bienvenido de nuevo ". Señaló la cocina, "Estoy preparando la cena".
"Puedo oler." Caín colgó la chaqueta con pereza, "huele bien".
El alfa oscuro sonrió con un suave rubor, cuchara en mano, "Gracias".
Caín se humedeció los labios y se acercó, con las manos metidas en los bolsillos, "¿Cómo estuvo tu día?"
"Bien, escuche que estaban derribando un edificio. Fue ruidoso ".
"Ya veo." Caín se acercó, agarrando la parte inferior de la camisa de Abel, "estás usando la misma ropa que esta mañana".
Abel miró hacia abajo, tragando, "Lo sé".
Caín besó brevemente su mejilla antes de volverse hacia su habitación. Cerró la puerta, respiró hondo, oliendo lo que esperaba. Abel se había escondido en su habitación, probablemente todo el día.
El alfa había estado recibiendo terapia todos los días para su PTSD, algo en lo que Caín nunca había pensado mucho. Sabía que la guerra era brutal, cinco minutos se sentían como horas, las imágenes, los sonidos. A veces, incluso él tenía problemas con los sonidos fuertes, dispuesto a agacharse y esconderse ante el sonido de un avión que volaba por encima.
Pero, para Abel, fue más que eso. Se escondería, en la habitación de Caín, debajo de las mantas. Se congelaría y nadie podría moverlo; Caín nunca lo intentó.
Se pasó una mano por la cara y se sacó la camisa por la cabeza antes de quitarse los zapatos de una patada. Regresó a la sala de estar, mirando el área impecable a su alrededor. Caín solía ser un desastre, Abel siempre limpiaba después de él incluso cuando le decía que no lo hiciera.
Se paró en la puerta de la cocina, viendo al alfa moverse por la cocina con facilidad. Hizo un pequeño ruido cuando entró, alertando a Abel de su presencia.
Le oyó suspirar, "gracias".
Caín abrió la nevera, buscando la botella de vino que no habían terminado anoche. "Terminaste el vino."
"Lo hice".
Caín cerró la nevera suavemente, apoyando la cadera en el mostrador. "Abel."
Abel finalmente dejó de moverse, "sí".
"¿Tenemos gente para cenar?"
Abel tragó con un encogimiento de hombros, removiendo cualquier brebaje que hubiera en la olla, "No".
"¿Cuánto tiempo llevas cocinando?" Caín miró los diferentes platos esparcidos por los mostradores de la cocina. "No deberíamos estar desperdiciando comida".
"Puedo congelarlo".
Caín se mordió el labio superior, atrapando el meñique de Abel con el suyo, "ven a ducharte conmigo"
