Humanos 4/?

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Daniel trató de rodar sobre su costado, siendo detenido por el gran peso del cuerpo

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Daniel trató de rodar sobre su costado, siendo detenido por el gran peso del cuerpo. Parpadeó una vez, luego dos y una tercera vez, gimiendo por el calor húmedo que abrumahaba su polla. Puso un brazo por encima de la cabeza de Malachi y otro en su cadera, "oh ..." Cerró los ojos, abriéndolos de nuevo para mirar la longitud del omega.

Estaba follando con un hombre de nuevo. Tenía un dolor de cabeza horrible; tenía la boca tan seca y le dolía el estómago, pero no estaba borracho. Ya no estaba borracho y Malachi se sentía tan bien como anoche, se sentía mejor.

Daniel gimió, levantando un poco las caderas, "Cristo".

Malachi gimió y Daniel conocía bien el sonido en este punto. No podía olvidar los ruidos de Malachi, todos ellos. Cuando se emborrachaba, por lo general se olvidaba de la mayoría de las cosas, pero nunca podría olvidar lo de anoche. El calor, el olor, el sabor.

"Mm, Daniel ..."

Daniel se mordió el labio y se encontró asintiendo con la cabeza al rubio llorando encima de él. Malachi también lloraba anoche, sollozando por más. Rogando por un nudo que Daniel claramente no podía darle. De eso Daniel no tenía conocimiento.

El hombre era insaciable.

Tuvieron relaciones sexuales tantas veces anoche y luego Daniel se desmayó. Se preguntó si hoy sería igual.

Daniel volteó la cabeza, podía ver la Biblia allí mismo. Podía sentir a Malachi encima de él, pesado y reconfortante. Daniel quería detenerlo, decirle que era suficiente, pero ... pero los labios rojos y los ojos brillantes de Malachi no se lo permitieron. "Te sientes tan bien", jadeó Daniel.

Malachi gimió de nuevo, montándolo más rápido, con las manos en el pecho de Daniel, "te amo", llegó un suave jadeo. "Quiero tu semen de nuevo, Daniel ..."

"Oh, tómalo". Daniel cerró los ojos, volteando la cabeza hacia atrás, "tómalo, Mal. Mierda."

Algo sucedió cuando llegó, algo tan bueno que fue casi doloroso. El culo de Malachi lo agarró con fuerza, apretó todo lo que pudo. Tampoco se detuvo. Dolía. Daniel tosía por la sensibilidad, pero se corría de nuevo. Se sentó para besar a Malachi como lo hizo la noche anterior. Dejo que Malachi mordiera sus mejillas y su garganta.

Malachi también lo besó suavemente, besó sus cejas, ojos y oídos. Ronroneó profundamente, el pecho vibrando contra el de Daniel. Una sensación que Daniel nunca había sentido.

"Daniel", gimió Malachi. Acarició al hombre, lamiendo su rostro.

Lo siguiente que supo, fue que su cuerpo entero estaba siendo bañado por la lengua de Malachi. Su polla incluida y no -Daniel agarró el largo cabello rubio de Malachi, tirando. "No más." Resopló cuando Malachi gimió y, con todos los quejidos que había escuchado desde que se conocieron, Daniel supo que no era triste ni angustiado.

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