Eva y Abi 5/? (E)

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"¿Abi?"

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"¿Abi?"

Eva vagó por la casa que conocía bien. Ella pasó la mano por la pared, las lágrimas se pegaban a sus pestañas. "Abi, por favor. No te escondas de mí ... "

La mandíbula de Eva estaba tensa, gruñendo lastimosamente.

Ella se sintió estúpida. Estúpida con una mano en la marca de la mordedura ardiente en la parte posterior de su cuello. Una mordida hecha por la persona que amaba que ya no estaba aquí.

Tan estúpida y sola en la casa de vacaciones de su familia.

Sola.

Completamente sola después de su celo.

Eva sollozó, caminando por el mismo camino hasta la puerta principal. Buscando a Abi por segunda vez; como si fuera a aparecer.

Se detuvo en la puerta principal, con la cabeza levantada al oír el sonido de un coche. Ella retrocedió, los ojos muy concentrados en la manija de la puerta. Se abrió con una llave, lenta y furtivamente. No hizo ningún sonido.

Abi era buena abriendo cerraduras en silencio. Demasiado buena.

"Mierda", los ojos de Abigail se apartaron de sus pies, jadeando, "Eva".

Eva tragó saliva, las lágrimas gotearon en gotas frías sobre su pecho desnudo. No sabía si sentirse aún más estúpida, porque lo hizo.

"Eva Penélope, hermosa alfa", Abigail cerró la puerta detrás de ella, con las manos apretando y abriendo a su lado. "Siento mucho haberte dejado".

La respuesta de Eva fue como un nudo en la lengua. Se mordió el labio rojo, "¿Me dejaste?"

Los labios de Abigail se fruncieron, los hoyuelos presionando su rostro. Eva pensó que estaba tan hermosa enfadada. "No quise hacerlo, pero lo hice, estás despierta y desearía haber vuelto cuando no lo estabas. Lo siento. Fui a casa y hablé con mi madre y él estaba tan enojado conmigo y tenía todo el derecho de estarlo. Tienes todo el derecho a estarlo ".

"¿Por que te fuiste?" Eva se estremeció, el aire fresco ahora afectaba su piel desnuda. "¿He hecho algo?"

"No", dijo Abigail. La alfa no pudo evitar que sus ojos rastrearan a la otra alfa. Su compañera. Eva se sonrojó ante el contacto, se apartó como lo haría un omega. "Quería darte espacio porque te mordí sin preguntar".

"No quiero espacio", frunció el ceño Eva. "Te necesito aquí todo el tiempo, Abigail."

Abi se tapó la boca y se secó, "Sí ..."

Eva miró hacia abajo, "Me siento tan triste".

"Lo siento mucho."

"¿Ni siquiera me tocarás después de ayer?"

"No," Abigail dio un paso adelante, con las manos en los hombros de la alfa. "No quiero nada más que tocarte. No quiero nada más que estar aquí contigo, pero me preocupaba que no me quisieras aquí. Lo siento" Abi rió secamente, "me doy cuenta de lo estúpida que soy por irme. Mi piel se siente tensa. ¿Cómo podría dejarte?"

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