Skating life

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| Idea estúpida

— creés qué llegando a la academia podamos comprar mi precioso — dirijo mi mirada a la mujer con peló cortó aún lado de mi esperando respuesta, no me sorprendería qué dijera qué si después de todo ella me metió a ese vicio y si decía qué no entonces no me quedaba más remedió que abandonarla por unos cuantos minutos y ir por mi gloriosa bebida, qué, mamá quería algo y mamá lo tendría — no lo creó, e olvidado algo dentro de la academia así qué entraremos rápido y después saldremos para ir a por tu precioso —  oh no mi ciela, creó qué la única qué entrará serás tú por qué yo iré directamente por mi precioso.

Miré al frente de nuevo para ver por dónde caminaba, ya qué si no lo hacía moriría y soy demasiado importante como para hacerlo — estás muy equivocada si creés que yo no iré primero por el, así qué te espero en la pista cuando termines de buscar eso tan importante — saque un poco de dinero de mi bolsillo y le sonreí levemente decidida a hacer mi cometido, sólo esperaba no se enojara por no acompañarle pero no importaba después de todo siempre entra sin mi compañía, no creó ser tan importante para lo que haría.

— no, te pierdes muy fácil dentro de la academia y luego me reclaman a mi de que hay una enana gritona en los pasillos — achicó sus ojos mirándome seriamente mientras sacaba un poco de dinero para el autobús, si teníamos que tomar un autobús para llegar, nos tomábamos menos tiempo que caminando, aún qué era serca de dónde nos encontramos no caminábamos por la pereza que nos daba, lo sé somos muy bajás, pero que le podíamos hacer así somos y así nos queremos — juro que esta vez será diferente no le gritaré a nadie — alzó mi dedo meñique haciendo lo que una niña de 5 años cuando hace una promesa.

— y qué me dices de golpear a alguien — serró un poco más sus ojos provocando qué se formarán finas líneas las cuales me miraban , oh éstoy jodida ya se entero de la pelea con el tal niño bonito, no tenía la culpa después de todo, el tal niño bonito golpeaba con fuerza el estómago de un chico así qué tenía que intervenir si no lo hacía lo hubieran matado de tantos golpes en esa misma zona — pobre dicen que te molio a golpes es difícil hacerlo sabés tienes una piel muy duro — carcagio por lo qué avía dicho.

— no me digas nada sobre ese estúpido — hizo un pequeño gesto de desagradó hacía el recuerdo que le proporcionó su mente al pronunciar el tal niño bonito, le tenía tanto coraje de tan sólo recordarlo, si tan sólo uviera sido lo suficiente fuerte como para tumbarlo y dejarlo inconsciente uviera sido de lo mejor, pero no a la mujer se le ocurre holgazanear en vez de ejercitarse — Es hora de irnos panda dormilón camina — empujó a la pelirubia tratando de qué entrará a el autobús, Yoon no perdería cuando lo viera de nuevo lo dejaría igual qué al pobre chico que dejó en el suelo, aún qué vuelva a sufrí la misma suerte

— realmente no me vas a acompañar — Eun Jin le volvió a repetir por tercera vez y Yoon cómo la necia qué era le respondió lo mismo — qué no, te prometo no perderme y mucho menos empezar una pelea — seguía diciéndole éso por más de un minuto pero le volvía a preguntar, está el punto de qué simplemente llegaron a su destino, bajaron o éso es lo que hizo Eun Jin ya qué tan sólo llegar Yoon salió corriendo de el autobús a por su elixir, Eun Jin igual qué la anterior pronunciada ya qué tenía que verificar rápido si su teléfono seguía en el mismo lugar de dónde lo avía abandonado.

— Entonces nos vemos en la pista, adiós panda dormilón — sacudió su mano izquierda despidiéndose de la pelirubia, corrió a una tienda de conveniencia buscando lo que tanto batalló con su amiga, tomó la caga de leche chocolatada y fué a la registradora dejando la cantidad de dinero suficiente para llevarse la pequeña caga.

— muchas gracias por su compra, vuelva pronto — le sonrió la cajera levantándose de dónde se encontraba y haciendo una pequeña reverencia, Yoon le regreso la sonrisa. Salió del establecimiento dando saltitos felíz por lo que se encontraba en sus manos — es hora de ir a la academia así qué es mejor apurarse si no quiero espantar a ése panda dormilón — emprendió caminó a la academia, en la entrada se percató de una silueta qué se le hizo familiar así que apuro el paso hasta estar frente a el.