Robert Downey Jr/ Tony Stark (One Shots)

Sargento.

Te espero en el salón de nuestra casa como cada día. Tejo con lana bellos mantelitos para nuestro hogar. Como cada día me preparo para ir a la iglesia y encomiendo al Señor tu cuidado. Dime Robert ¿Regresaras a mi?

Escucho los murmullos de la gente cuando me ven "Ahí va Elisa Downey, pobre mujer" "Ella en cinta y su esposo en guerra" y aprieto mis puños y guardo sulencio, me obligo a no derramar lágrimas frente a ellos, soy la esposa de un sargento después de todo.

Recuerdo a mi padre gritando -Entiende que si estalla la guerra él se irá y si muere ¿Qué será de ti? - te has ido durante seis meses y cada día caigo en la misma rutina esperando que vuelvas.

Esta mañana es diferente, el clima es frío y gris. Toco mi abultado vientre y salgo de nuestra cama para correr las cortinas. Escucho el ajetreo matutino del pueblo y bajo las escaleras.

-¡Han vuelto! - Escucho decir a la mucama de la casa vecina y sin dudarlo sigo a la gente aunque aún me encuentro en camisón - ¡Dios que pena! - Siento acelerar mi corazón cuando veo que los hombres que bajan de la carroza no son tú, unos vienen mal heridos pero enteros, otro no tuvieron tanta suerte y los tienen que bajar.

El alma se me va al ver los cajones de madera, esos que unas mujeres lloran y el padre del pueblo bendice. Trató de acercarme pero la multitud me empuja lejos aunque por dentro agradezco porque no soportaría verte ahí y ser una de las viudas que lloran a sus esposos y sus hijos.

-¡Elisa! - Y el mundo se congela cuando te veo - ¡Elisa! - Sigues portando tu uniforme militar aunque hora esta roto y arrugado, tu cabello siempre rebelde y tu piel bronceada.

Corro a ti y te atrapó en un abrazo y un beso necesitado - ¡No te vuelvas a ir! - Toco tu rostro con una herida y tu brazo herido por una bala - Te esperamos con muchas ansias - Me miras estupefacto cuando notas lo evidente, mi embarazo de casi ocho meses.

-Jamás me volveré a ir - besas cada una de mis lágrimas con ternura - Jamás los dejaré solos.

Y caminamos a casa esa mañana de Noviembre de 1918.