Telarañas enredadas II - Normal para la araña

1.Prólogo

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Prólogo

...

Mientras hacía abdominales en su celda de la cárcel, mantuvo sus ojos en lo que lo había llevado a través de esta oración: mirando las 5 fotos en su pared. Eran las únicas cosas que adornaban el ladrillo pintado de blanco, las únicas cosas que lo habían adornado. Diez años. ¡Había estado en este infierno podrido durante diez años, todo gracias a esas putas estúpidas e inútiles! La vida era buena, feliz y despreocupada y luego, de repente, la habían convencido de presentar cargos: su propia puta esposa permitió que esas perras remilgadas que odiaban a los hombres le lavaran el cerebro; a llorar abuso, a llorar violación y hasta lograron convencer al jodido juez!

"¡Putas revienta pelotas!" Dijo mientras se levantaba por 200a vez y apoyaba los codos en las rodillas, terminaba con sus abdominales.

"¡Un hombre tiene el maldito derecho de hacer lo que quiera con su esposa!" se dijo enojado en voz alta.

En diez años no había soltado la rabia. Se lo habían llevado todo, incluido su hijo. No había visto a su hijo en 10 años; el idiota estúpido se divorció de él en el momento en que fue sentenciado - más lavado de cerebro de esos idiotas amargados, luego ella desapareció; tomó a su puto hijo y desapareció; ¡Probablemente convirtió a su hijo en un puto mariquita! Pero había cumplido su condena; diez años de tiempos difíciles, tiempo durante el cual sus amigos de afuera le rogaban que dijera la palabra pero no, tenía que ajustar estas cuentas él mismo y se había estado preparando aprovechando al máximo el gimnasio de la prisión cada vez más grande, más fuerte, listo . Ahora pronto estaría libre; libres para hacer que todos paguen: la esposa, el policía, el médico, el juez y el abogado ... estarían pidiendo la muerte cuando él terminara con ellos y su mendicidad no sería en vano.

"¡Ustedes, cabrones, van a lamentar haberme jodido alguna vez!" Prometió mientras miraba con vil desprecio sus fotos y una sonrisa malvada se extendía por sus labios.