Capitulo 1.

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—Hey Yamada, me encantaría saber si....tú....—

La pelinegra se quedó boquiabierta, algo asqueada, en su interior ardía Troya.
"Senpai" estaba a punto de bajarle la falda a una chica, en el salón de clases, justo antes de que empezaran las clases.

—Si están ocupados, puedo volver en otro momento.- Exclamo con un tono frío y una expresión seria.

Yamada solo apartó a la chica, subiendole inmediatamente el cierre de la falda, le dio un beso en la mejilla y sugirió que se fuera.

—Siempre tengo tiempo para ti Aishi, ¿qué es lo que deseas?— preguntó en tono seductor, tomándola de la cintura, aunque se dio cuenta al instante que aquello no iba a bajar la guardia de la pelinegra.

Ella se apartó rápidamente, tratando de ocultar sus sonrojadas mejillas y seguir con aquel tono frío. —Si no fueras el niño mimado de los Yamada, hace rato te hubiera cortado la cabeza.— Taro solo se río.

—Pues la mimada en mi familia es mi hermana, a ella le compran todo lo que desean si no fuera por sus capri...— Ayano le tapó la boca de inmediato.

—No quiero saber tu absurda vida de ricos Yamada, sé que conoces a una tal Info Chan, necesito que me lleves con ella, de inmediato.—

—Wow wow wow, más despacio velocista. Si quieres saber sobre ella, tendrás que darme algo a cambio.— Taro supo aprovechar la concentración de la chica en él para apoyarla sobre la pared. —Y tú ya sabes lo que quiero, Aishi.— se relamió los labios.

—Pues seguirás soñando con eso, si tanto te interesa el sexo, puedo conseguirte unas buenas putas para después de clases. — sonrio irónica —Pero oh, sorpresa, casi todas las chicas de esta preparatoria ya han pasado por tu cama Yamada. Así que solo rindete.—

—Sabes que no me voy a dar por vencido. — acaricio su mentón.

—Solo dame la ubicación de Info Chan o tu querida hermana estará cortada en muchos pedacitos y descansando debajo de tu cama. — lo apuntó con un cúter que llevaba debajo de su bolsillo, a modo de hoja oculta.

—Bien, me rindo Aishi. — suspiró — ¿Quieres saber sobre ella? Envia 24 fotos de pantys a al nunero que te dejaré debajo de tu carpeta, no preguntes por qué; solo te estoy dando una oferta por qué ella normalmente suele pedir 43 fotos. Sé cautelosa, que no te vea nadie. Y además no puedes pedir ayuda.

—Me lo dices como si fuera principiante, además cautela es mi segundo nombre—

—Te lo digo porque ahora hay guardias, siempre vigilan. Y una cosa más, no te atrevas a desafiarla o se pondrá en tu contra, ella sabe más de ti de lo que tu crees, sabe la historia de cada uno de nosotros.—

—Por algo sé que está escuela es de máxima seguridad— se cruzó de brazos, poniendo sus ojos en blanco y guardando su cúter.

—Solo ten cuidado, ¿está bien? — sonrió levemente.

-Pareces mi padre Yamada, estaré bien, ni que fuera una misión de vida o muerte. — Rodó los ojos y le devolvió la sonrisa al chico.

Yamada quiso intentarlo una vez más, pero al querer tomarla de la cintura y besarla, ella fue más rápida y se corrió de lado, dejando al chico en el aire y pocos segundos después yendo de bruces al suelo, oyendo una risita malvada de fondo.

Ahí en el suelo se quedó viendo como la pelinegra abría la puerta y se iba corriendo.

—Eres rápida Aishi, eso no impedirá que algún día seas mía.— sonrió, suspirando.

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—Raibaru, hey Raibaru. TIERRA LLAMANDO A RAIBARU FUMETSU. — grito el chico karateca.

—Ahhh. — grito de repente, tomando al chico del brazo — ¡Nunca me distraigan mientras pienso! — para luego girarlo a su espalda , dándole una llave y golpearlo contra el piso.

La rubia, al saber a quien había golpeado se acercó inmediatamente al karateca.

—¡Lo siento! Nunca soy consciente de mi propia fuerza, además estaba pensando. Lo siento Budo. - Trató de levantarlo.

—No no, está bien, como la antigua líder del club de karate, aun conservas tu fuerza de cuando to pasaba las tardes entrenando contigo. — le sonrió, aún estando en el piso, aguantando el dolor para aparentar ser fuerte frente a ella.

— Y creo que debí entrenarte más, sé que te duele. — lo levanto con cuidado, tratando de no tocar la parte afectada.

— Lo sé, pero siempre será un privilegio ser golpeado por ti.— le guiño un ojo.

La rubia se puso seria, y lo dejó caer, ella sabía que le dolería, así que abrió la puerta del salón y se marchó diciendo:

—Más te vale ir a la enfermería, Masuta, y nada de coqueteos mientras estamos practicando. La próxima vez te quebraré un brazo y no me arrepentiré de hacerlo—

El pelinegro se quedó en el suelo, adolorido, pensando en que su entrenadora siempre había sido una cabezota y que jamás aceptaría salir con él.
Se levantó, se ajusto bien el traje de karate, tomo sus cosas y se marchó de ahí; no sabía si iría a cambiarse o ir a la enfermeria primero, sabiendo que si no iba, Raibaru iba a preguntarle a la enfermera sobre su asistencia, así que decidí primero ir a cambiarse y de ahí ver por sus heridas.

Sumido en su mente no se dio cuenta que una chica paso por su lado, corriendo, apartandolo. Él solo pudo notar que su cabellera negro y brillante, y aunque no le había causado ninguna impresión verla de espaldas, se preguntaba de quién corría o para que corria.
No le interesaba, de todas maneras una ducha caliente y quizás unas gotas de alcohol y un desinflamante, lo esperaban.

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—Todo esta saliendo según el plan, ¿verdad Sadashi?— agito un vaso de whisky vacío.

—Así es señor, pronto tendremos a la amada hija de Aishi en nuestras manos.— dijo pacíficamente, como si se tratara de un hecho.

—Realmente no quisiera hacerles esto, pero las circunstancias me obligan a dudar sobre el bando al que debo pertenecer. —

— Ambos lados pueden querer asesinarlo si no elije correctamente. — la muchacha rellenó el vaso nuevamente.

El señor frunció el ceño rápidamente, tomó a la muchacha por el cuello y la acercó a él de una manera amenazante.

—Más te vale saber lo que dices preciosa, o tu familia se irá directo a la quiebra. — dijo escupiendo gotas de whisky sobre ma cara de la chica.

—El que debe de tener cuidado es usted, o puedo decirle a ambos señores lo que usted se ha escondido durante décadas— tanteaba por sus bolsillos en busca de su arma.

Él la soltó, era cierto, si hacía una mala jugada, su cabeza terminaría 5 metros debajo del suelo.

—Tienes suerte de que tu hermano sepa todo lo que tu no sabes. Si no en este momento estaría bebiendo whisky con tu sangre.— tomo un sorbo.

La chica se retiró de aquella desagradable oficina. Apenas cerró la puerta, salió corriendo a su habitación.
Vio la hora, sabía que aún faltaban pocas horas para que ella saliera, pero sabía que apenas le llegara un mensaje, comenzaría el juego y le haría conocer sobre un poder que ya llevaba en los genes.

-Pronto Ayano, pronto sabrás de lo que fue capaz de hacer tu familia.—

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2020 ⏰

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Correra sangre por ti ♡Lovesick♡ ➳Budo x Ayano⇜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora