Era la primera vez de Libardo para hacer este tipo de cosas de lo sobrenatural (malpensada). Iniciaron con estiramientos y algunas preguntas.
-OK chico, primero que nada, tienes un ancla? Pregunto Derek.
-Eeeee si?
-No sabes que es un ancla verdad? Ahora fue Scott quien preguntó.
-No, la verdad no, mi familia murió cuando yo tenía 16 años, meses después conocí a Ralf, el me a ayudado mucho, pero no se mucho sobre los hombres lobo, solo transformarme y calmarme en luna llena,con mi mantra. Dice con lágrimas en sus ojitos sin derramar.
-Tranquilo, nosotros te vamos a enseñar y te ayudaremos, estaremos aqui para ti. Dijo Scott en un tono consolador sobandole la espalda.
-Muchas gracias, a todos en serio.
-No hay de que muchacho, y con la mantra no hace falta tener un ancla, con eso es suficiente. Dijo ahora Peter.
-Mejor, empecemos el entrenamiento.
-Esta bien.
Empezaron con estiramientos y lo hicieron correr por el bosque como por media hora, eso era para ver su rendimiento.
Después de eso le aventaban algunas cosas como flechas para ver su agilidad, también le pusieron algunos obstáculos en el camino al rededor del bosque, y ese fue su entrenamiento por dos horas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A Ralf, le enseñaron manejo de armas, inició con una pequeña y simple pistola, prestada por el sheriff, le dijeron como recargarla y como apuntar al objetivo. Y a si con pistolas más grandes, su entrenamiento de dos horas.
Y obviamente estuvieron dos horas en el bosque, ayudando a los amigos. Después de terminar con el entrenamiento cada quien se fue a su respectiva casa.
Ralf y Libardo vivían juntos, vivían cerca del sheriff, al llegar al lado derecho en la casa que los separaba de los Stilinski había una camioneta negra, ellos no sabían de qué quien era, por lo que asumieron que tenían vecinos nuevos.
-Bueno bro, parece que tenemos nuevos vecinos. Dijo Libardo al ver la camioneta.
-Pues eso parece, quieres saludarlos o estas muy cansado.
-La verdad es que estoy algo cansado, mejor entremos.
Ya hiban a abrir la puerta cuando una gatita gris pasó pos las piernas de Libardo, y venia persiguiendo a la gatita justamente su vecino.
-Wizz!! Ven acá!! Grito el joven.
Libardo atrapó a la gatita en ese instante.
-Hey, parece que se te escapó, ten. Dijo dándose la.
-Oh! Muchas gracias, es que esta pequeña aveces es muy juguetona.
-Si no te preocupes, parece que eres el nuevo vecino, mucho gusto soy Libardo y el mi amigo Ralf.
-Holap. Dijo Ralf alzando la mano.
-Pues también es un gusto, soy Jean. Dijo con una sonrisa el chico.
A Libardo le gustó mucho esa sonrisa, le había parecido tierna.
-Bueno, pues nos vemos en otro momento vecinos, adiós.
-Claro, adiós. Se despidió Ralf y entró a la casa.
-Bye, linda tarde. Y entró a la casa.
Los dos ya estaban acostados en los sofá de su casa. Un poco cansados, y más por que tendrían que volver al bosque al día siguiente para seguir entrenando.
-Oye bro.
-Que pasa Ralf?
-No crees que el vecino Jean tiene una linda sonrisa.
-Sip,no, espera ¿¡¿¡¿¡que!?!?!? Libardo se sentí de golpe por lo dicho.
